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28 de marzo de 2024
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"Hoy somos nosotros los que le decimos qué hacer al FMI"
El presidente de Brasil advirtió al Fondo que los 10.000 millones de dólares que su país les prestó deberán ser destinados a la ayuda de economías en desarrollo
4 de agosto de 2009
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó hoy que, como está consiguiendo superar la crisis económica global en mejores condiciones en las que estaba y tras haberle hecho un préstamo al FMI, ahora es Brasil el que le dice al Fondo lo que tiene qué hacer y no lo contrario.

"Ahora pasamos a ser escuchados. Hoy somos nosotros los que estamos diciendo lo que el FMI tiene qué hacer y no lo contrario, como siempre ocurría", afirmó el jefe de Estado de Brasil en una columna en la que responde cartas de lectores de diarios brasileños.

"Mientras que los otros países aún se debaten con la crisis, nosotros estamos saliendo de ella fortalecidos, en condiciones ventajosas, con mayor poder de negociación en las relaciones diplomáticas y comerciales", afirmó Lula en la columna "El presidente responde".

El gobernante brasileño se refirió al préstamo por 10.000 millones de dólares que Brasil le hizo este año al Fondo Monetario Internacional (FMI) al responder a la carta de un economista sobre la conveniencia del país estar prestándole dinero al organismo.


Según el gobernante, que reconoció que como líder de la oposición siempre fue crítico de la presencia del FMI en Brasil, durante mucho tiempo el país fue deudor del Fondo y siempre obedeció, "como un niño bien comportado", las órdenes de los técnicos del organismo.

"Ahora, por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial y en medio de una grave crisis económica, Brasil no solo no pide apoyo financiero sino que le presta 10.000 millones de dólares a la institución", afirmó.

Lula aclaró que los recursos fueron concedidos en la forma de préstamo, pero sin que dejaran de ser contabilizados como parte de las reservas internacionales de Brasil.

Añadió que Brasil impuso la condición de que los recursos sirvan para ayudar a países pobres y en desarrollo.

"Pero no se trata de una ayuda humanitaria. Hoy ningún país es una isla. Nadie vive únicamente por sus propios medios. Mientras que los demás países no superen la crisis, nosotros no estaremos totalmente a salvo porque dependemos de la salud económica de todos para normalizar el flujo del comercio internacional", aclaró.

Ante otra pregunta para la columna publicada en 132 diarios, Lula aseguró que Brasil está superando la crisis en mejores condiciones que las que tenía antes de la coyuntura negativa.

"Siempre dijimos que fuimos el último país en sufrir la crisis y que seríamos el primero en superarla. Hoy incluso los que preveían lo peor están reconociendo que teníamos razón", afirmó.

De acuerdo con el gobernante, Brasil pudo hacer frente a la crisis porque estaba bien preparado, con reservas internacionales superiores a los 200.000 millones de dólares, mercado interno fuerte, instituciones financieras sólidas y relaciones comerciales diversificadas.