Apenas llegó a la Argentina, Fernando De la Rúa negó las acusaciones en su contra y cuestionó la decisión de la Cámara Federal que este martes confirmó su procesamiento en la causa por el pago de coimas en el Senado durante su gobierno, que lo dejó más cerca del juicio oral.

"Nada de esto existió. No se le puede atribuir responsabilidad sin ninguna prueba", aseguró De la Rúa ante los periodistas que lo esperaban en Ezeiza, adonde llegó tras un viaje a Francia.

Incluso negó la existencia de la reunión en la Casa Rosada, denunciada en su momento por el supuesto arrepentido de la causa, Mario Pontaquarto, en la que se habría discutido, con De la Rúa a la cabeza, el pago de coimas para destrabar la aprobación de la ley de flexibilización laboral en abril de 2000. "Demostré cabalmente que la reunión tampoco existió", afirmó el ex presidente.

Molesto, añadió: "Todo esto es un absurdo, una historia inventada y eso está claró en mi defensa". Además, dijo sentirse "sorprendido" por la decisión de los camaristas y los acusó de tener "falta de coraje".

Ayer, más de nueve años después de que estallara el escándalo, se conoció el fallo de la Cámara Federal que confirmó el procesamiento de De la Rúa. Según los camaristas Eduardo Farah y Martín Irurzun, hay pruebas suficientes para que el ex presidente sea enjuiciado como acusado de haber coimeado a senadores peronistas para que aprobaran la ley de reforma laboral.