24 de abril de 2024
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Perpetua para represor por el crimen de un chico en Campo de Mayo
El general Riveros fue condenado por el caso de Floreal Avellaneda, quien tenía 14 años cuando lo mataron en 1976. Otros 5 militares recibieron penas de 8 a 25 años
13 de agosto de 2009
El represor y general retirado Santiago Omar Riveros fue condenado hoy a cadena perpetua por la muerte del adolescente Floreal Avellaneda, asesinado por la dictadura en 1976, cuando tenía sólo 14 años. Es el primer caso en que se dicta una sentencia de este tipo por crímenes cometidos en Campo de Mayo, un lugar emblemático del último gobierno de facto.
Fernando Werplatzen, su entonces temido jefe de Inteligencia, fue condenado a 25 años de prisión; el general Osvaldo García a 18 años, los oficiales Raúl Jarcich y Cesar Fragni a 8 años y el comisario Alberto Aneto a 14 años de prisión. Todos, incluido Riveros, deberán cumplir las penas en forma efectiva en cárcel común en el penal de Marcos Paz, informó el diario Clarín.
Alguna vez, el ex fiscal Julio Strassera había calificado a la muerte de Avellaneda en Campo de Mayo, donde Riveros era el máximo jefe- como un caso paradigmático del terrorismo de Estado. Fue una de las causas usadas para condenar a los ex comandantes de la dictadura en 1985.
El Tribunal Oral Federal número 1 de San Martín arrancó a las 15 la lectura de la sentencia contra Riveros, y recién terminó con esa lectura cerca de las nueve de la noche con la condena a perpetua para el general retirado. Por la mañana, el ex jerarca de Campo de Mayo se había declarado inocente y había cuestionado el hecho de que fuera juzgado por "jueces de la democracia"; también deploró el "foráneo concepto de crímenes de lesa humanidad".
Avellaneda fue secuestrado y torturado por la militancia gremial y política de su padre. Su madre Iris Pereyra de Avellaneda –también secuestrada y sobreviviente de la dictadura- contó cuando empezaba el juicio: "Entraron a casa como si fuéramos delincuentes, balearon la casa y en represalia a que mi marido se pudo escapar, nos tomaron a nosotros dos". Ella fue uno de los testigos principales de la causa, junto con el padre de Floreal.
La Cámara Federal porteña dio por probado ya en 1985 que Floreal Edgardo Avellaneda fue secuestrado el 15 de abril de 1976 "por fuerzas que dependían operacionalmente del Ejército Argentino". Pereyra y su hijo fueron torturados para que revelaran el paradero del padre, que había logrado escapar por los techos de las casas vecinas. La mujer fue puesta a disposición del Poder Ejecutivo y trasladada a Olmos. Su hijo fue hallado muerto un mes después, justo cuando hubiese cumplido 15 años, frente a la costa uruguaya del Río de la Plata.
El juicio por la muerte de Floreal Avellaneda es el primero de los 40 que se calcula que habrá por los crímenes ocurridos en jurisdicción de Campo de Mayo durante la dictadura en perjuicio de medio millar de personas.
Fernando Werplatzen, su entonces temido jefe de Inteligencia, fue condenado a 25 años de prisión; el general Osvaldo García a 18 años, los oficiales Raúl Jarcich y Cesar Fragni a 8 años y el comisario Alberto Aneto a 14 años de prisión. Todos, incluido Riveros, deberán cumplir las penas en forma efectiva en cárcel común en el penal de Marcos Paz, informó el diario Clarín.
Alguna vez, el ex fiscal Julio Strassera había calificado a la muerte de Avellaneda en Campo de Mayo, donde Riveros era el máximo jefe- como un caso paradigmático del terrorismo de Estado. Fue una de las causas usadas para condenar a los ex comandantes de la dictadura en 1985.
El Tribunal Oral Federal número 1 de San Martín arrancó a las 15 la lectura de la sentencia contra Riveros, y recién terminó con esa lectura cerca de las nueve de la noche con la condena a perpetua para el general retirado. Por la mañana, el ex jerarca de Campo de Mayo se había declarado inocente y había cuestionado el hecho de que fuera juzgado por "jueces de la democracia"; también deploró el "foráneo concepto de crímenes de lesa humanidad".
Avellaneda fue secuestrado y torturado por la militancia gremial y política de su padre. Su madre Iris Pereyra de Avellaneda –también secuestrada y sobreviviente de la dictadura- contó cuando empezaba el juicio: "Entraron a casa como si fuéramos delincuentes, balearon la casa y en represalia a que mi marido se pudo escapar, nos tomaron a nosotros dos". Ella fue uno de los testigos principales de la causa, junto con el padre de Floreal.
La Cámara Federal porteña dio por probado ya en 1985 que Floreal Edgardo Avellaneda fue secuestrado el 15 de abril de 1976 "por fuerzas que dependían operacionalmente del Ejército Argentino". Pereyra y su hijo fueron torturados para que revelaran el paradero del padre, que había logrado escapar por los techos de las casas vecinas. La mujer fue puesta a disposición del Poder Ejecutivo y trasladada a Olmos. Su hijo fue hallado muerto un mes después, justo cuando hubiese cumplido 15 años, frente a la costa uruguaya del Río de la Plata.
El juicio por la muerte de Floreal Avellaneda es el primero de los 40 que se calcula que habrá por los crímenes ocurridos en jurisdicción de Campo de Mayo durante la dictadura en perjuicio de medio millar de personas.