20 de abril de 2024
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Crimen de Villa Zavaleta: el asesino, un chico de 16 años
El viudo de Nélida Zanoff aseguró tener "un cien por ciento de certeza" de que ejecutó el disparo. “Estamos viviendo una pesadilla", afirmó
13 de agosto de 2009
El viudo de Nélida Zanoff, la mujer asesinada delante de su marido y sus hijos en un asalto frente a la villa Zavaleta el viernes último, reconoció hoy a un adolescente de 16 años sospechoso que estaba detenido como el autor material del crimen, informaron fuentes policiales.
Un jefe policial aseguró a Télam que esta mañana, en Tribunales, Sergio Sulano identificó al sospechoso "con un cien por ciento de certeza" durante una rueda de reconocimiento dispuesta por el juez de instrucción porteño Daniel Turano, a pedido de la fiscal Elsa Areu Franco.
Sulano es el testigo clave de la causa ya que, según él mismo contó, pudo ver el rostro del chico que disparó contra su esposa porque durante el asalto lo interceptó del lado del asiento del conductor y efectuó el disparo a través de su ventanilla.
El adolescente fue detenido el martes en la villa Zavaleta del barrio porteño de Barracas por efectivos de la comisaría 32 pero no por el homicidio, sino porque tenía en su poder un celular robado.
Como los investigadores del crimen de Zanoff tenían elementos para sospechar de este mismo joven, hoy fue sometido a la rueda de reconocimiento con el viudo, que dio positiva.
La mujer fue asesinada el viernes de un balazo por un asaltante que junto a un cómplice le robó la cartera cuando circulaba con su familia en su auto y el esposo disminuyó la velocidad en una cuneta a la altura de la villa Zavaleta.
Según relató el viudo, el delincuente le disparó a su esposa "sin motivo", antes de sustraerle la cartera, mientras llevaba a su hijo de 4 años sentado en las rodillas.
El hombre detalló que uno de los ladrones se acercó de su lado, comenzó a exigirle cosas y enseguida disparó, mientras que el otro se llevó la cartera después de abrir la puerta del acompañante.
Tras el disparo, el hombre aceleró a toda velocidad por la calle Iriarte y a unos 500 metros, en el parque Pereyra Iraola, le pidió ayuda a un policía que se hallaba en una garita.
"Mi cuñado está haciendo lo imposible para que los chicos no lloren, está tratando de ser fuerte”, sostuvo Miguel Marconi, hermano de la víctima, en diálogo con C5N.
“Somos gente trabajadora nunca molestamos a nadie. Siempre vimos esto por televisión y ahora nos tocó a nosotros”, sostuvo.
“Estamos viviendo una pesadilla. Quiero levantarme ya. No puedo asumir que ella ya no está más pero trato de estar fuerte por mis sobrinos”, manifestó Miguel.
Un jefe policial aseguró a Télam que esta mañana, en Tribunales, Sergio Sulano identificó al sospechoso "con un cien por ciento de certeza" durante una rueda de reconocimiento dispuesta por el juez de instrucción porteño Daniel Turano, a pedido de la fiscal Elsa Areu Franco.
Sulano es el testigo clave de la causa ya que, según él mismo contó, pudo ver el rostro del chico que disparó contra su esposa porque durante el asalto lo interceptó del lado del asiento del conductor y efectuó el disparo a través de su ventanilla.
El adolescente fue detenido el martes en la villa Zavaleta del barrio porteño de Barracas por efectivos de la comisaría 32 pero no por el homicidio, sino porque tenía en su poder un celular robado.
Como los investigadores del crimen de Zanoff tenían elementos para sospechar de este mismo joven, hoy fue sometido a la rueda de reconocimiento con el viudo, que dio positiva.
La mujer fue asesinada el viernes de un balazo por un asaltante que junto a un cómplice le robó la cartera cuando circulaba con su familia en su auto y el esposo disminuyó la velocidad en una cuneta a la altura de la villa Zavaleta.
Según relató el viudo, el delincuente le disparó a su esposa "sin motivo", antes de sustraerle la cartera, mientras llevaba a su hijo de 4 años sentado en las rodillas.
El hombre detalló que uno de los ladrones se acercó de su lado, comenzó a exigirle cosas y enseguida disparó, mientras que el otro se llevó la cartera después de abrir la puerta del acompañante.
Tras el disparo, el hombre aceleró a toda velocidad por la calle Iriarte y a unos 500 metros, en el parque Pereyra Iraola, le pidió ayuda a un policía que se hallaba en una garita.
"Mi cuñado está haciendo lo imposible para que los chicos no lloren, está tratando de ser fuerte”, sostuvo Miguel Marconi, hermano de la víctima, en diálogo con C5N.
“Somos gente trabajadora nunca molestamos a nadie. Siempre vimos esto por televisión y ahora nos tocó a nosotros”, sostuvo.
“Estamos viviendo una pesadilla. Quiero levantarme ya. No puedo asumir que ella ya no está más pero trato de estar fuerte por mis sobrinos”, manifestó Miguel.