Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
24 de abril de 2024
Seguinos en
La 'industria' que más crece en el país es la de los 'chorros'
El doble crimen en Merlo mostró una realidad que el Gobierno quiere ocultar. La miseria, la marginalidad, la droga y el desprecio por la vida es lo que más crece en la Argentina
5 de septiembre de 2009
Por José Calero

Los funcionarios argentinos se movilizan en autos blindados y con custodia permanente, por lo que tal vez les cueste darse cuenta de que en la Argentina la 'industria' que más crece es la miseria, la marginalidad y el desprecio por la vida, profundamente atada a la pérdida de respeto por la autoridad.

"La industria de los chorros", como se escucha a diario en la calle de boca de ciudadanos hartos de que les roben a plena luz del dia, desde carteras y celulares, hasta sus ahorros en salideras bancarias que casi siempre terminan mal o que se les metan en sus casas para hacer estragos que muchas veces incluyen violaciones y familias destruidas.

En la Argentina se puso en tela de juicio el principio de autoridad, el respeto por la ley y el prójimo, bajo la pseudo cultura contraria al autoritarismo padecido por la feroz dictadura iniciada en el 76.

Sin autoridad, el país es tierra de nadie. El Estado debe garantizar la seguridad de sus ciudadanos y la Justicia caer con el mayor peso de la ley para que aquellos que eligieron el camino del mal, sean separados de una sociedad que quiere vivir y trabajar en paz.

La Argentina afronta el dilema eterno de la historia: la lucha entre el bien y el mal.

El principio de autoridad está puesto en tela de juicio, en gran parte por la disgregación familiar.

Los hijos empiezan a cuestionar y despreciar el ejemplo de los padres, los nietos consideran que los abuelos son una carga y ser viejo en el país es sinónimo de persona descartable. Buena parte de las salideras bancarias las padecen abuelos que retiran su jubilación o, en muchos casos, los pocos ahorros que lograron reunir a loa largo de décadas de romperse el lomo.

Los sectores más postergados carecen de modelos a seguir porque la mayoría habita hogares en descomposición -destruidos por el alcoholismo y la droga-, los ciudadanos deploran a sus gobernantes, a los que consideran, para ser livianos, 'ladrones' que llegan al Estado a protagonizar un despojo, y califican de "vagos y ñoquis" a los legisladores, mientras cuestionan el accionar de una Justicia con escasas agallas que prefiere liberar delincuentes para no tener problemas.

El policía de la esquina se convirtió en motivo de desconfianza y las denuncias de coimas -principalmente padecidas por comerciantes- echan por tierra con la poca credibilidad de las fuerzas de seguridad.

Durante el gobierno que proclama a viva voz la "inclusión social" pero carece de políticas de seguridad, lo que más crecieron fueron la marginalidad y las villas miseria.

Un caso emblematico de la decadencia moral que sufre la Argentina, y que deja indefensos a sus ciudadanos de bien, es el vivido en estos días en Merlo y que destruyó a una familia, pero los ejemplos se multiplican al infinito, teniendo en cuenta que por cada hecho de violencia que se denuncia hay decenas que ni llegan a las comisarías.

El episodio de Merlo saca de quicio al más manso.

La Policía sospecha que los asaltantes se habían escondido en un altillo durante la tarde. Esperaron todo el día y, ya de madrugada, cerca de las 3.30, comenzaron a recorrer la casa.

Uno de los chicos escuchó ruidos, salió de su dormitorio para ver qué ocurría, se cruzó con los dos ladrones y comenzó un forcejeo que terminó en tragedia. Un comerciante y uno de sus tres hijos fueron asesinados a balazos.

Otro de los chicos, también baleado, tuvo que ser internado de urgencia.

Como si fuera poco, mientras la familia estaba en el hospital, dos jóvenes fueron reconocidos por la esposa y madre de las víctimas: estaban siendo atendidos tras haber recibido heridas de bala durante la lucha.

Las víctimas fueron identificadas como Domingo Moretto (43) y su hijo José (16). El otro chico, Mariano (17), hospitalizado con una herida en el cuello, fue dado de alta durante la tarde.

Por otra parte, la Policía identificó a los sospechosos arrestados como Jhonatan Alberto González -baleado en el muslo derecho- y Amilcar Sánchez -con un disparo en la pierna izquierda-, ambos de 18 años, imputados de "doble homicidio, tentativa de homicidio y tentativa de robo".

¿Entrarán por una puerta y saldrán por la otra? ¿La Justicia tendrá lo que hay que tener para apartarlos de la sociedad?

Domingo era muy conocido en la zona, ya que era dueño de una casa de aberturas desde hace veinte años. El hecho ocurrió en una casa ubicada en el kilómetro 35 de la ruta 200 y Mozart, en el barrio Matera de Merlo.

Mientras el matrimonio y sus tres hijos dormían, los asaltantes que estaban dentro de la vivienda comenzaron a recorrerla. Fue José el primero en escuchar ruidos: casi no tuvo tiempo de reaccionar.

Cuando comenzó a forcejear con uno de los asaltantes, recibió al menos cuatro disparos y cayó muerto en la puerta de su dormitorio. Su hermano Mariano fue baleado en el cuello. Entonces, la situación ya era caótica.

Incluso, los mismos ladrones se hirieron durante la lucha. Eso provocó que más tarde tuvieran que ir al hospital, donde finalmente fueron reconocidos de casualidad por Analía (38), la esposa de Domingo.

La mujer estaba con su hija, de 14 años, esperando la evolución de Mariano. Domingo tampoco había podido reaccionar. Una versión sostiene que fue sorprendido y ejecutado al salir de su dormitorio. Otra, que recibió tres balazos adentro de su propia habitación. Mariano fue trasladado de urgencia al Hospital Héroes de Malvinas. Hasta allí fueron también Analía y su hija, que salieron ilesas del hecho. Justo cuando estaban en la clínica, dos jóvenes de 18 años estaban siendo ingresados con heridas de bala.

La mujer los identificó enseguida: eran los ladrones que habían entrado a su casa y asesinado a su marido y a su hijo José. Los adolescentes arrestados argumentaron ante la Policía que habían sido atacados en un intento de asalto.

"La mujer estaba sentada en una silla de un pasillo y se sorprendió cuando los vio entrar. Enseguida avisó a la Policía y los detuvieron", explicó una fuente del caso.

La causa quedó a cargo de la DDI y UFI 3 de Morón, cuyo titular es el fiscal Horacio Vázquez. "En la casa se secuestró un revólver calibre 22 propiedad del comerciante que estaba guardado en un armario y que, en principio, creemos que no fue disparado", detalló una fuente del caso. Tras matar al comerciante, los asaltantes exigieron a su esposa que les abriera la puerta de la terraza.

"En ningún momento les llegaron a exigir dinero. Igual creemos que se trató de un robo, pero que se desencadenaron los tiros y escaparon sin robar nada". Primero se barajó la hipótesis de que la familia se había resistido a los tiros, pero esto quedó descartado. Los ladrones, en el forcejeo con los chicos, llegaron a disparar y a herirse ellos mismos, según se cree.

Un caos, como el que soporta la Argentina desde hace años, a pesar de que el matrimonio Kirchner considera que la inseguridad se soluciona con una "inclusión social" que, si algún día llega, encontrará destruidas a buena parte de las familias argentinas.

Entonces será tarde, muy tarde...