En medio de una nueva protesta de trabajadores y grupos de izquierda frente al Ministerio de Trabajo, la empresa Kraft Foods se comprometió hoy a reincorporar a 20 empleados más de los que estaban suspendidos y despedidos.

Así lo confirmaron a lanacion.com fuentes de la cartera laboral, tras las reuniones entre el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, sindicalistas y directivos de la compañía para buscar una solución al conflicto.

Esta propuesta se suma a la efectuada en la reunión del viernes último, en la que se comprometieron a reincorporar a 30 trabajadores, con lo que suman 50 los empleados reintegrados, de los más de 157 despedidos.

Asimismo, se resolvió que la empresa va a acatar la decisión judicial con respecto al ingreso de los cinco delegados y que el próximo viernes habrá un nuevo encuentro.

La decisión de la empresa se produjo pocas horas después de que el Gobierno exigiera a los directivos de Kraft Foods la reincorporación de los cinco delegados suspendidos.

Antes Tomada había mantenido reuniones por separado con directivos de la ex Terrabusi, el secretario general de Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA), Rodolfo Daer, y representantes de la comisión interna. De las negociaciones también participó el ministro bonaerense Oscar Cuartango.

La reincorporación de cinco delegados, de los diez que trabajan en la fábrica, es un punto neurálgico de las gestiones. El Gobierno considera que ese punto, contemplado por la ley 23.551 es "indispensable" para intentar buscar soluciones definitivas.

Tal como ocurrió la semana pasada, los avatares del conflicto son seguidos de cerca por los trabajadores, que vuelven a manifestarse frente al ministerio, en Alem al 600.

También desde poco antes del mediodía, operarios de la fábrica de General Pacheco y militantes de agrupaciones de izquierda protestan frente a la cartera laboral y cortan el tránsito en parte de la avenida.

La crisis laboral en Kraft se inició cuando la compañía despidió a 157 trabajadores, el 18 de agosto último, e inmediatamente los delegados tomaron la planta ubicada en General Pacheco, en el partido bonaerense de Tigre. Después, la policía bonaerense desalojó la fábrica por orden judicial y hubo 65 detenidos, que a las pocas horas fueron liberados.