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25 de abril de 2024
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Otro secretario de Cristina en la mira por enriquecimiento
Se trata de Isidro Bounine, otro de los secretarios de la Presidenta. Su mamá era empleada doméstica de los K y él ahora declara un patrimonio propio por 750.000 pesos
7 de octubre de 2009
Al entorno de la presidenta parece que no le va nada mal. Primero fue el posible enriquecimiento ilícito de Fabián Gutiérrez, secretario privado de Cristina Kirchner, y ahora la la Oficina Anticorrupción (OA) investiga la evolución patrimonial del otro cercano de la Presidenta, Isidro Bounine.

Bounine es un santacruceño de 29 años y su patrimonio es de unos 750.000 pesos, casi el doble del de Gutiérrez, que está en el centro de la polémica desde hace dos semanas cuando se reveló que construía una lujosa casa en El Calafate.

El crecimiento de los bienes de Bounine desde mayo de 2005, cuando asumió como secretario presidencial, es tan notable que la OA, conducida por el kirchnerista Julio Vitobello y dependiente del Ministerio de Justicia, decidió abrir una investigación preliminar, según informaron a La Nacion dos funcionarios. El caso llegó a la Dirección de Investigaciones de la OA, hoy dirigida por Claudia Sosa, en diciembre pasado. La remitió la Dirección de Planificación de Políticas de Transparencia, la dependencia de la OA que se encarga de la recolección y el análisis de las declaraciones juradas de los funcionarios, hoy dirigida por Gerardo Serrano.

A partir de la simple comparación de esos documentos se concluye que Bounine no puede justificar el crecimiento de su patrimonio, que se multiplicó casi 50 veces en tres años: en 2005 sólo tenía $ 15.000 en efectivo y en 2008 alcanzó $ 734.261.

De acuerdo con su última declaración jurada, tiene un departamento de 69 metros cuadrados en Belgrano, que compró con "ingresos propios" por $ 228.754; US$ 70.000 en efectivo y 42.000 euros también en efectivo. A su sueldo como secretario privado de la Presidenta ($ 171.381 al año, $ 14.282 al mes), le sumó otros ingresos: $ 65.000 de viáticos en el exterior y $ 36.000 del alquiler de un inmueble.

Pero en sus declaraciones juradas se detecta una inconsistencia: el crecimiento de su patrimonio desde 2005 ($ 719.261) es mayor que la suma de todos los ingresos que declaró en el mismo período ($ 645.455). Es decir que no podría haber acumulado ese patrimonio ni aunque hubiera ahorrado todo el dinero que ganó en esos años.

LA NACION se comunicó ayer con la oficina de Bounine en la Casa Rosada. Tomaron nota del tema por el que se lo requería, pero el secretario presidencial no respondió.

Bounine tuvo una infancia austera. Su mamá, Maquena, fue el principal sostén de una familia numerosa. Ella acercó a sus hijos a los Kirchner, luego de que comenzó a trabajar como empleada doméstica en su casa y de que trabó una relación de cercanía con su patrona, Cristina Kirchner, según fuentes políticas santacruceñas que conocen la historia del matrimonio presidencial.

La relación de las mujeres se fortaleció a mediados de los 90, cuando empezaron los viajes frecuentes de Cristina a Buenos Aires. Maquena ya estaba al cuidado de la pequeña Florencia Kirchner.

En 2000, Isidro, un joven de buena presencia, educado y de modales cuidados, se sumó al grupo de asistentes y secretarios de la Secretaría Privada del gobernador Néstor Kirchner y a partir de 2003 empezó a formar parte de los santacruceños que migraron a la Capital. Primero, como secretario privado de Héctor Icazuriaga, el jefe de la SIDE, y en 2005, en la campaña electoral en la que Cristina Kirchner se postuló para ser senadora por la provincia de Buenos Aires, se sumó al equipo de la actual Presidenta.

En ese año, presentó su primera declaración jurada. Dijo que todo su patrimonio eran $ 15.000 en efectivo y que sus ingresos por el sueldo como secretario adjunto del Presidente a lo largo de ese año había sido de $ 52.295 (unos $ 6500 por mes). En la declaración de bienes de 2006, consignó depósitos bancarios por $ 40.000, más US$ 22.000 y 15.000 euros en efectivo. Entonces, su único ingreso seguía siendo su sueldo, que a lo largo del año le dejó $ 98.817.

Otro salto
Su patrimonio y sus ingresos volvieron a crecer en 2007. Dijo que tenía US$ 89.000 y 42.000 euros en efectivo. Su sueldo, ya como secretario privado de la Presidenta, trepó a $ 114.962 al año, a lo que agregó $ 71.000 de viáticos en el exterior y $ 36.000 por el alquiler de un inmueble hasta entonces no declarado. Sólo en 2008 consignó la compra de un departamento.

A diferencia de Gutiérrez, Bounine no aprovechó su paso por el gobierno kirchnerista para comprar un terreno en El Calafate. El patrimonio de Gutiérrez aumentó más de siete veces desde que acompaña a los Kirchner. Ingresó en 2003 con $ 52.590 y, en 2008, reconoció bienes por más de $ 400.000. A partir de esos datos, publicados el lunes en Clarín, un abogado denunció el caso ante la Justicia.

Bounine es uno de los pocos secretarios de la pareja presidencial que no adquirieron tierras en El Calafate. Además de Gutiérrez, otros tres asistentes siguieron el ejemplo de la pareja presidencial.

Julio Daniel Alvarez tiene dos terrenos en esa ciudad de Santa Cruz: en 2004, compró uno de 1500 m2, por $ 9034 ,y en 2006, uno de 2250 m2, por $ 13.500 (a razón de $ 6 el m2). María Angélica Bustos adquirió en 2005 uno de 1700 m2 por 12.314 ($ 7 el m2). Daniel Muñoz obtuvo en 2003 uno de 1285 m2, por $ 9637 (poco más de $ 7 el m2), en el que construyó seis cabañas que alquila. En 2008, le dejaron $ 472.314.