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25 de abril de 2024
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Su sueño, nuestra pesadilla
Columna de Abel Posse en La Nación
10 de octubre de 2009
K presentía y ya comprobó que perdió en el tablero político en el que sigue jugando con desparpajo de consorte autocrático. Es una figura original. Respeta los derechos humanos, pero arrasa con la vigencia de la Constitución y los poderes del Estado.

Hay libertad de prensa, pero se esmera en alquilar voluntades para crear una ley de radiodifusión para acabar con ella. Maneja la caja sin pudor, pero no tiene pueblo ni afectos.

No es querido ni temido (está en la peor posición, según el esquema de Maquiavelo).

El 28 de junio, con su derrota en toda la Nación y en Buenos Aires, le demostraron cabalmente que sus votos eran más o menos las papeletas que envolvían el triste choripán de sus asambleas.

En enero de 2008 cuando intentó reintegrar la capacidad de Lavagna y enderezar los desvíos peligrosos y la indecisión de la Presidenta, sintió que su búnker rezongaba amenazadoramente, ya no tenía retorno.

Fracasado en la ruleta política, tiene que aprovechar este final para crear algo así como un superpoder o megapoder económico.

Ya no pretende ser un Lenin trasnochado, quiere ser poderoso como un Slim patagónico.

Algo así como el sueño incumplido de Carlos Andrés Perez, pero con realidad del imperio mediático de un Berlusconi. Un poder semejante puede asegurar la impunidad y hasta el retorno.

Un gigantesco emporio en el que la Casa Rosada quedaría chica de espacio para administrar sus múltiples ramas: las grandes empresas industriales y comerciales vinculadas a los fondos capturados de las AFJP, intensificar la presencia en los negocios petroleros con proyección internacional, la aviación, empezando por Aerolíneas, el juego de azar, un gigantesco pool sojero y exportador agroindustrial que será otra vez la clave de la mayor y más segura financiación de esta desacreditada Argentina (pero el campo no está de rodillas?).

¿Tan largo camino exige una ley de radiodifusión para silenciar la libertad de opinión y echar mano sobre Papel Prensa? ¿Cómo realizar todo esto con las libertades constitucionales?

Es una avidez espasmódica y esos espasmos son los de toda agonía mal llevada.

K: su sueño es nuestra pesadilla.