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24 de abril de 2024
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De terror: asesinado ante su hijo y su mujer embarazada
El hombre fue abordado por delincuentes al salir de la casa de su suegro, en Ciudadela, junto a su hijo de dos años y su mujer embarazada de 9 meses. Argentina a la deriva
16 de octubre de 2009
Lo mataron cuando acababa de salir de una reunión familiar, dentro del coche en el que también iban su esposa embarazada de 9 meses y su hijo de dos años.

Los ladrones le pegaron un tiro cuando pasaba a su lado, sin siquiera detenerse a pensar que el joven no había escuchado su exigencia de frenar porque iban escuchando una canción infantil destinada a calmar al nene.

La víctima era un empleado del banco HSBC de 30 años, vivía en Ciudadela y recibió un tiro en la sien en la madrugada de ayer. Por el caso hay un sospechoso de 19 años detenido.

Como todos los jueves, Gonzalo Etcharrán fue con su hijo, Joaquín, y con su mujer, Vanesa Díaz (29), a comer a la casa de su suegro.

Cenaron junto a la hermana de la mujer y al esposo, igual que todas las semanas. El encuentro fue muy tranquilo, como todo lo que solían hacer en los últimos días, ya que ella está punto de parir y se sentía un tanto cansada. Tiene programado su parto por cesárea para la tarde del martes próximo.

Cerca de la una de la mañana de ayer, padre, madre e hijo salieron de la casa ubicada en Ramón L. Falcón al 3500, en Ciudadela Sur.

Tenían que recorrer apenas ocho cuadras para regresar a su hogar. Arrancaron despacio porque la calle se corta a los pocos metros y hay que doblar a la izquierda en la esquina para poder seguir. Fue justo allí donde cuatro hombres los cruzaron.

"Iban en el auto y con la música no escucharon lo que pasaba afuera. Los testigos dicen que les gritaron para que pararan, pero que ellos no se dieron cuenta. Vanesa los miró y llegó a decirle a Gonzalo: 'Mirá la cara de éstos'. Inmediatamente después oyó el disparo y el cuerpo de él se le cayó encima", explicó a Clarín un amigo de la mujer.

El coche se aceleró y la mujer puso el freno de mano, pero igual chocaron contra otro auto, y luego con el cordón.

Enseguida, Vanesa tomó a su hijo en brazos, salió del auto y regresó a pie a la casa de su familia. Su padre, Rubén Díaz, salió e intentó socorrer a Gonzalo, que había quedado desplomado en el asiento del conductor.

Desbordado por el horror, Díaz intentó arrancar el auto, pero volvió a chocar porque ya estaba roto el tren delantero. "Corrí, (Gonzalo) tenía un tiro en la cabeza, pérdida de masa encefálica y vómitos. Por suerte, en ese momento dos vecinos me ayudaron a pasarlo de auto", declaró Díaz.

Así consiguió llegar al hospital Carrillo, donde la víctima fue operada. Pero murió a los pocos minutos.

Los atacantes desaparecieron en el mismo momento en que el auto chocó. Los testigos contaron que se fueron corriendo antes de que la mujer saliera del coche. A pesar de eso, policías de la comisaría de Ciudadela detuvieron a cuatro sospechosos en la zona. Uno de ellos, un joven de 19 años identificado como J. N., fue señalado por los testigos como la persona que le disparó a Gonzalo.

Con esos primeros testimonios, la fiscal de San Martín, Fabiana Ruiz, dispuso que el joven quedara detenido.

Poco después, en un allanamiento a su casa, fue secuestrada una pistola calibre 32. Ahora los peritos intentan determinar si se trata del arma con la que mataron a Gonzalo.

La mujer de la víctima y su padre hicieron luego fuertes declaraciones a la prensa, en las que pidieron la pena de muerte para los asesinos (ver "Si detuvieron...).

En el barrio, los vecinos consultados por Clarín denunciaron asaltos frecuentes y también pidieron "mano dura" para los autores del crimen.

Gonzalo fue velado ayer en una cochería del barrio de Liniers. Más de cien amigos, compañeros de trabajo y familiares se reunieron allí en un clima tenso y luego acompañaron el cortejo fúnebre hasta el cementerio de Ituzaingó, donde finalmente fue enterrado.

La familia decidió que se hiciera un velatorio de sólo dos horas por el embarazo de Vanesa, que tras el crimen sintió contracciones leves. Por esta misma razón, la mujer aún no pudo declarar ante la fiscal del caso. Ayer tampoco se sabía cuando podría participar de una rueda de reconocimiento al único detenido que hay hasta el momento en la causa.