19 de abril de 2024
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Palermo se sacó la máscara y está a 8 goles de Cherro
El goleador más fantástico del fútbol argentino se quitó la protección de su tabique nasal en el segundo tiempo ante River y empató el partido con un remate soberbio
25 de octubre de 2009
Pero a Martín Palermo, ante River, sólo un tiempo le duró la máscara. Cuando vio que lo incomodaba demasiado, prefirió arriesgarse y salió en el segundo a cara descubierta.
Arriesgó quedar desprotegido para tratar de que su Boca gane. Y como siempre ocurre con Palermo, su apuesta le dio resultado y empató el superclásico.
Palermo, quien es el artillero número uno del conjunto "xeneize" en el profesionalismo, alcanzó los 210 tantos en 335 partidos, y quedó a ocho de Roberto Cherro, quien es el que más convirtió incluyendo la etapa amateur del fútbol nacional.
Con 35 años, Palermo -quien tiene asegurado un lugar en el Mundial- suma 167 por certámenes locales (249 encuentros jugados) y 43 por copas internacionales (en 85 cotejos).
Pero esta conquista también le permitió al espigado delantero seguir su cosecha entre los máximos anotadores históricos del fútbol argentino.
Palermo se mantuvo en la octava posición de esa estadística, pero achicó diferencias con Carlos Bianchi y Bernabé‚ Ferreyra, quienes consiguieron 206 goles.
El atacante "xeneize" alcanzó los 201 gritos (167 en Boca y 34 en Estudiantes) en 369 cotejos (250 disputados con la casaca auriazul y 119 con la del equipo platense).
"Tuve la suerte de convertir en un partido muy importante. Fue un encuentro raro, porque ellos nos hicieron reaccionar con el gol de (Marcelo) Gallardo. En el segundo tiempo salimos a buscarlo y River no nos creó mucho peligro", sostuvo el delantero, aunque el equipo millonario casi lo define con un tiro que dio el palo.
"Lo pudimos haber ganado si nos animábamos más, pero también lo pudimos haber perdido con el remate de (Matías Abelairas) que pegó en el palo", admitió Palermo.
Palermo salió a disputar el encuentro frente a River con una máscara protectora en la cara porque sufrió una pequeña fractura en el tabique nasal, pero se la quitó para el complemento.
"No me sentía a gusto. No es que no veía, porque ya la había probado en la semana, pero estaba incómodo. En el entretiempo me la saqué y por suerte no hubo golpes, me arriesgué y salió bien. Aparte (Gustavo) Cabral y Nico Sánchez no tuvieron mala intención cada vez que saltaron conmigo", explicó.