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18 de abril de 2024
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¿Quién es el cuñado de Macri?
Para el clan Macri, el hombre es un "cazafortunas"
12 de noviembre de 2009
Néstor Daniel Leonardo solía presentarse como un enfermero devenido en mentalista sanador.

Extravagante, con barba candado y pelo largo, rubio y lacio, usó sus habituales encantos discursivos para encandilar a la futura heredera de una fortuna: Sandra Macri, la integrante más díscola de uno de los clanes más poderosos del país.

Para ella, Leonardo era el amor de su vida. Para el resto de la familia, un "cazafortunas" que sólo causaba problemas.

Tal era así, que le costó siete años que lo integren a la familia. Sólo cuando Sandra enfermó, se comportó como un novio devoto y los Macri se vieron obligados a abrirle la puerta del clan. A regañadientes.

En 2004 logró también que aceptaran el casamiento. La ceremonia fue en la catedral de Morón. El ya tenía una hija, Micaela, de su primer matrimonio. Sandra tenía dos hijos, Rodrigo y Franco. En 1997 se había separado de un apicultor que la había enamorado hablándole del gurú Maharishi, del que era seguidora. Su padre, Franco Macri, dividió bienes cuando decidió divorciarse. Como ahora, consideraba a su hija una chica "cándida e ingenua". Al apicultor le garantizó una renta vitalicia.

Pero con Leonardo todo fue más difícil. Siempre lo tildó de "cazafortunas oportunista", con costumbres "excéntricas y sectarias", pero no podía alejarlo de su hija.

Con el escándalo de Ciro James, las internas terminaron haciéndose públicas. Leonardo declaró que lo espiaban, que la familia no lo quería, que lo habían amenazado, que Franco había querido comprar, decenas de veces, su "profundo amor" con Sandra. Inclusive ayer, justo antes de denunciar que un desconocido le había disparado con un 22.