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Schumacher dijo adiós
Después de 15 años en la F1, el genial piloto alemán se despidió de la categoría. Ganó siete veces el título y batió el récord de Fangio. Se va un grande del deporte
22 de octubre de 2006
A los 37 años y luego de estar 15 en la Fórmula 1, el alemán Michael Schumacher se retiró de la competencia profesional.

Schumacher, entre sus éxitos, superó la obtención de los 5 títulos del recordado balcarceño Juan Manuel Fangio, al sumar dos campeonatos más.

Con una gran personalidad desde el comienzo de su actividad en la Fórmula 1, logró su primer título mundial en 1994, tras eliminar en una colisión al inglés Damon Hill (Williams Renault) en Australia y en 1997 intentó hacer lo mismo con el canadiense Jacques Villeneuve (Williams-Renault) en Jerez, aunque no le salió bien la jugada y la Federación Internacional lo eliminó de la clasificación del mundial.

Iniciado en el mundo del kart, su padre tenía una pista en Kerpen, no lejos del circuito de Nurburgring, en el que logró los títulos alemán y europeo en 1986, luego pasó por la Fórmula Ford y la Fórmula 3, en la que logró el título nacional en 1990.

Integrante del equipo "Junior" de Mercedes en el campeonato del mundo de sport-prototipos en 1990 y 1991, esta casa alemana le facilitó el ingreso en la Fórmula 1, en la que debutó en el Gran Premio de Bélgica de 1991 al volante de un Jordan 191 Ford, para pasar a la siguiente carrera, Gran Premio de Italia, piloteando un Benetton.

En 1992, su debut en una temporada completa en Fórmula 1, logró su primera victoria, justo un año después del debut, al imponerse en el Gran Premio de Bélgica, siendo entonces el tercer piloto más joven que lo hacía, tras el neozelandés Bruce McLaren y el belga Jacky Ickx, y terminaba tercero en el campeonato del mundo.

Su primer título lo consiguió en 1994 en forma poca ortodoxa al colisionar con Damon Hill en Australia, después de perder el control del coche, tocar un muro y cuando su abandono era inevitable, volvió a la pista, cerró al inglés en una curva y colisionó con lo que ambos quedaron eliminados y se llevó así el primer campeonato.

Al año siguiente volvió a ser campeón del mundo, pero sus accidentes con Damon Hil en los Grandes Premios de Gran Bretaña e Italia, sus toques en Bélgica y en el gran premio de Europa (Nurburgring, Alemania), así como sus intercambios verbales, confirmaron que Michael Schumacher era un "duro" en el automovilismo.

Después de sus dos títulos con Benetton llegó a Ferrari con el objetivo de reverdecer los laureles de la escudería italiana, que no lograba el mundial de pilotos desde 1979 con el sudafricano Jody Scheckter.

La tarea no fue fácil, aunque a excepción del primer año, 1996 en el que logró tres victorias y fue tercero, los dos siguientes llegó a la última prueba con posibilidades de conseguir el título.

Con Jacques Villeneuve no tuvo tanta suerte como con Damon Hill y a pesar de que lo intentó ganar de la misma manera que al inglés, en esta ocasión su golpe no fue tan certero y la Federación Internacional castigó su acción, perdiendo el campeonato.

En 1997, el finlandés Mika Hakkinen (McLaren-Mercedes) logró su primer título en el circuito japonés de Suzuka en una jornada negra para Schumacher, a quien no le arrancó el auto en la vuelta previa y cuando estaba remontando, la pinchadura de una cubierta lo dejó fuera de carrera.

La temporada 1999 parecía la destinada para su primer mundial con Ferrari, pero el accidente que sufrió en el Gran Premio de Gran Bretaña, en el que se fracturó una pierna, tras colisionar frontalmente contra las protecciones a gran velocidad, arruinaron sus esperanzas de conseguirlo.

Este accidente demostró una vez más cómo es el carácter de Michael Schumacher. Dispuesto a volver anticipadamente, antes de una recuperación total, para defender sus posibilidades de título, luego no quiso hacerlo para ayudar a su compañero al irlandés Eddie Irvine a conseguirlo.

El presidente de Ferrari tuvo que presionarlo para que participara en las dos últimas carreras y Michael aceptó con el objetivo de que la escudería italiana lograra el mundial de constructores, cosa que así hizo, pero no consintió en ayudar a Irvine.

Por fin, Michael Schumacher y Ferrari lograron coronar su sueño y se proclamaron campeones del mundo en 2000.

A partir de entonces comenzó a gestarse una gran comunión entre piloto, la máquina y por qué no decirlo, el equipo, logrando los títulos consecutivos, correspondiente a los años 2001, 2002, 2003 y 2004, que a la postre resultó el último cuando sobre el final del año parecía que podría retirarse de la actividad con 8.