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26 de abril de 2024
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Recrudecen saqueos en Haití
Comercios, oficinas públicas y viviendas son saqueados ante la impotencia de la policía. Por temor a peleas organizaciones humanitarias restringen ayuda
17 de enero de 2010
A cinco días del devastador terremoto en Haití, el desastre humanitario se muestra en toda su magnitud. Los saqueos recrudecieron, mientras las organizaciones humanitarias se ven muy limitadas en sus tareas ya que temen genera más violencia al repartir indiscriminadamente alimentos.

El problema tiene su base en la falta de fuerzas de seguridad y en un gobierno muy de endeble que comparte el mando con la ONU. Mientras se procesa la coordinación, centenares de comercios, oficinas públicas y viviendas de la capital eran desvalijados ante la impotencia de la policía, que tiene órdenes de no disparar.

El reparto de comida a los cientos de miles de damnificados se está viendo seriamente dificultado por razones de seguridad. La repetición de tumultos durante las operaciones de reparto de víveres hizo que las agencias de la ONU o el Gobierno haitiano requieran de fuertes contingentes de seguridad antes de proceder a cada reparto.

Para tener una idea de esto, vale como ejemplo lo que sucedió en el Campo de Marte, una enorme explanada adyacente al quebrado Palacio de Gobierno. Allí, un contingente boliviano acudió hoy a repartir agua con un cargamento de 4.000 litros de agua. De sus 80 hombres, 10 se encargaban de la distribución y los otros 70 de mantener la seguridad y el orden en las filas.

"En cuanto al reparto de comida, no anunciamos nunca el lugar donde la vamos a distribuir para evitar tumultos", señaló el capitán Marco León Peña, del contingente boliviano de la Minustah (misión de la ONU en Haití).

En algunas ocasiones, en los repartos se imponen pandillas armadas con machetes que se quedan con la mayor parte de los víveres. "Impensable lo que pasaría aquí si las personas se enteraran de que en un barrio están distribuyendo comida", dijo Brigit Zeitler del equipo de ayuda alemán de la organización Acción Contra el Hambre (ACH).

Para quienes sobrevivieron, la situación es desesperante. Las autoridades estiman que 250.000 personas resultaron heridas y 1,5 millones quedaron sin hogar. Muchos de ellos recorren las calles en busca de alimentos y bebidas. Los equipos de rescate se preguntan cuántos días puede una persona aguantar sin beber a una temperatura superior a 30 grados, como ocurre en estos momentos en Haití. "Algunos acaban muriendo de sus heridas, deshidratados o de traumas cerebrales", afirmó Andrés Madrigal, de la misión de Costa Rica.

Hasta ahora el Programa Mundial de Alimentos (PMA) sólo tuvo conocimiento del reparto de comida en cinco centros: dos campos de fútbol y tres descampados. Ahí se repartieron en un primer momento barritas energéticas y cubos vacíos. El PMA informó de que dispone en Haití de comida para alimentar a 200.000 personas en los próximos 14 días, algo escaso frente a la devastación que se vive.