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Aerolíneas, en picada
La línea de bandera perderá US$ 1000 millones hasta el 2014, según un estudio que encargó Mariano Recalde y que aconseja echar a 1400 empleados
25 de enero de 2010
En manos del Estado, Aerolíneas Argentinas arrojará pérdidas por más de US$ 1000 millones durante los próximos cuatro años. El rojo operativo continuará hasta 2014, por lo menos, según concluyó la consultora internacional que contrató su presidente, Mariano Recalde, para que complete una radiografía de la empresa y le aporte ideas para un futuro plan estratégico.

El informe de la consultora Oliver Wyman fue presentado al directorio de Aerolíneas el 15 de diciembre. Le trazó un horizonte que debería incluir el despido de 1400 mecánicos y pilotos, el abandono de las rutas a Roma y Sydney, y el replanteo de la compañía como una aerolínea regional, con un segundo "centro de operaciones" montado en Caracas, según consta en el informe al que accedió La Nacion. Sólo de ese modo, estimó, el rojo rondará los US$ 1022 millones; si no, será mucho más elevado.

El vocero de Aerolíneas, Daniel Méndez, confirmó la veracidad del reporte, pero señaló que sus conclusiones "no son vinculantes" y aclaró que, "por la propia ley de expropiación, no se puede tomar al personal de la compañía como variable de ajuste", por lo que descartó los despidos masivos.

Méndez confirmó, sin embargo, que Aerolíneas puede dejar que "algún destino caiga", aunque no precisó cuál, pero dijo que en ese caso se apuntará a sustituirlo por otro aeropuerto internacional. "Apuntaremos a aumentar las rutas y frecuencias, no a recortar personal", afirmó.

De acuerdo con las conclusiones de la consultora, sin embargo, la única receta que podría llevar a la compañía a un "punto de equilibrio" pasará por concretar "mejoras significativas de ingresos y costos".

Eso sólo sería posible, según el reporte titulado "Red, flota y plan de transformación", si Aerolíneas aumentara sus tarifas, optimizara el desempeño de su personal, redujera los "desperdicios mediante el manejo de inventarios" y, en el mediano plazo, produjera un profundo "cambio estructural". Eso incluye desde "simplificar el catering ofrecido a bordo" y "mejorar la puntualidad de la empresa" hasta un agresivo plan de marketing y "mejorar la utilización de tripulaciones".

"Hoy en día, Aerolíneas destina unos 25 pilotos por avión cuando la media internacional es de 10 a 12 pilotos", graficó a La Nacion un experto que conoce el informe y sembró dudas sobre las posibilidades políticas de llevarlo a cabo. "Si las pautas trazadas son mantener la conectividad [por las rutas aéreas], la plantilla de personal y los salarios, no se cumplirá con el objetivo de llegar a 2014 con las cuentas equilibradas", estimó.

De acuerdo con la consultora ?cuyo rostro más visible en Aerolíneas es Néstor Farías Bouvier, un ex presidente de Austral que ahora trabaja como experto en el sector privado?, si la compañía mejorara sus ingresos y bajara sus costos de manera eficaz, perdería US$ 403 millones este año y otros US$ 601 millones entre 2011 y 2013, para registrar un rojo de apenas US$ 18 millones en 2014. Es decir, un total de US$ 1022 millones.

Pragmática, la consultora también clarificó que todos sus cálculos incluyeron la "inflación" como variable con "ingresos y costos reales". Y aunque no citaron la sigla Indec como variable de su ecuación, sí consignaron que "la inflación podría afectar las perspectivas económicas".

El primer costo que quedó bajo la lupa dentro de Aerolíneas tras este informe pasó por el contrato de la propia consultora internacional. Recalde acordó pagarle US$ 845.000 el 25 de septiembre último, más todos sus gastos. Ajenos a esa discusión, Farías Bouvier y el otro consultor que firmó el contrato, Carlos Mateus, remarcaron que los gastos de Aerolíneas son exorbitantes. Dijeron que la compañía "tiene costos propios de una aerolínea de alcance mundial, pero ingresos de una de bajo costo", detalló una fuente que contó a La Nacion cómo fue la exposición ante el directorio.

Lejos de ambas opciones, para la consultora, Aerolíneas debería apostar por la "preeminencia regional", unificando su flota y apostando por los Airbus 340, lo que conllevaría la readaptación o salida de entre 130 y 140 pilotos que hoy tripulan los Jumbo.

Los objetivos trazados por los consultores marcan que en 2011 debería concretarse el "abandono" de las rutas a Roma, Sydney y Auckland, y un "ajuste de capacidad" para los destinos Barcelona y Madrid. En 2012, en tanto, comenzaría a concretarse el replanteo internacional, con "una nueva serie de mercados de larga distancia" que pasaría por Nueva York, Londres y el Distrito Federal de México.

Todas esos destinos serían secundarios, de todos modos, al énfasis regional que propuso la consultora, que incluiría frecuencias diarias a Bogotá y Caracas y vuelos directos entre Córdoba y San Pablo, entre otros. Para alcanzar esas metas regionales, los expertos plantearon a Recalde y al resto del directorio que deberían montar un "centro de operaciones" fuera de la Argentina. Sea en Caracas o, si no, en Río de Janeiro o Lima.

Para los consultores, optar por la capital venezolana permitiría tejer una red "cubriendo Estados Unidos y el Caribe". Pero implicaría lo que definieron como "retos": "Venezuela es un mercado riesgoso e incierto para expandirse", reconocieron. Y aunque nunca aludieron al presidente Hugo Chávez por su nombre, alertaron sobre la "estabilidad política" de su país.