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24 de abril de 2024
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Investigan si un preso mandó a matar a su propio abogado
El abogado Marcos Alonso apareció muerto en su auto. Sospechan de un cliente muy pesado
27 de enero de 2010
El crimen del abogado penalista Marcos Alonso, quien apareció muerto en su auto de siete balazos, atado y con un dólar en su boca, es un misterio para los investigadores.

Los investigadores sospechan que un cliente suyo, que está preso en la comisaría de Tapalqué por una tentativa de homicidio, lo mandó matar. Y tienen bajo la lupa a entre seis y siete hombres de su entorno como posibles autores materiales.

El abogado fue ejecutado de siete balazos con un arma de bajo calibre -podría ser una 32 o una 22- en algún sitio de las afueras de la ciudad de Olavarría, ubicada a 350 kilómetros de Buenos Aires. Luego, el o los asesinos lo subieron al asiento trasero de su Peugeot 307 gris y condujeron hasta la céntrica calle Chiclana, entre Pelegrino y Del Valle, a seis cuadras de la comisaría segunda.

El abogado estaba vestido con una remera, un short y zapatillas, tal como lo había descrito su esposa. Los investigadores comprobaron que, en principio, no faltaba nada de adentro de su auto. Pero sí hallaron algo que les llamó la atención: cuando le sacaron la cinta con la que lo habían amordazado, encontraron un billete de dólar húmedo adentro de su boca.

La principal hipótesis del crimen apunta a que el instigador sería Walter Gallastegui, un "pesado" de la zona que está detenido en la comisaría de Tapalqué. En noviembre del año pasado, este hombre hirió de once disparos a Fabricio Armendano, un custodio, encargado de un cabaret y cobrador de deudas impagables.

Lo curioso es que Armendano era muy amigo de Alonso y a veces trabajaba para él. El motivo por el que Gallastegui lo baleó no está claro, aunque se habla de mujeres. Pero lo que sorprendió a muchos en Olavarría fue que el abogado, pese a su relación con el herido, tomó la defensa del agresor.