El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue dado de alta esta mañana tras pasar la noche internado en un hospital de la ciudad de Recife a raíz de una crisis de hipertensión que le impidió viajar a Davos para participar del Foro Económico Mundial.

El mandatario abandonó a primera hora de esta mañana el Hospital Portugués y de inmediato embarcó rumbo a San Pablo, donde se someterá a un nuevo chequeo médico, según informaron fuentes del palacio presidencial.

Inicialmente, el jefe de Estado había cancelado su agenda de compromisos previstos hasta el domingo, pero los asesores de prensa del Palacio de Planalto indicaron que Lula pasará los próximos días en su residencia de Sao Bernardo do Campo, en la región metropolitana de San Pablo.

Pocos minutos antes de viajar a Suiza para participar del Foro Económico Mundial, el presidente de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva, debió ser hospitalizado. "El presidente ya estaba en el avión, con todo listo para despegar. Durante el día su médico había verificado la presión arterial varias veces y decidió hacerlo una vez más, y entonces aconsejó que Lula sea llevado a un hospital para recibir tratamiento adecuado. Pero ya está bien", indicó un vocero oficial.

"Tuvo una semana muy intensa y estaba realmente agotado. Fue una crisis de hipertensión y ante ese cuadro se decidió cancelar el viaje programado a Davos", agregó el portavoz.

Lula se encontraba anoche en la ciudad de Recife, en el nordeste del país, desde donde partiría rumbo a Suiza, pero se sintió mal cuando ya se aprestaba a despegar y su médico personal recomendó su traslado a un hospital.

El médico personal de Lula que lo acompaña hace cinco años, Cleber Ferreira, aseguró que "el estado general del presidente es bueno", aunque señaló que deberá ser sometido a una nueva serie de estudios. Durante la madrugada, cuando llegó a tener la presión arterial en 18-12, el mandatario fue sometido a un electrocardiograma, radiografías de torax y exámenes de sangre para evaluar su estado de salud.

Ferreira, que estimó que la crisis de hipertensión pudo haber sido causada por un cuadro de estrés y cansancio, contó que ésta es la primera vez que Lula tiene una alteración en su presión arterial desde que lo atiente. "El presidente de no es hipertenso, éste es un cuadro esporádico", dijo, y añadió que Lula se resistía a cancelar el viaje.

En Davos, Lula iba a ser premiado con la distinción de "Estadista Global", apenas pocos días después de participar en la sureña ciudad de Porto Alegre del Foro Social Mundial, que reúne a los opositores de la globalización.