¡Mozo... Traiga otra copa! - Asteriscos.Tv
Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
26 de abril de 2024
Seguinos en
¡Mozo... Traiga otra copa!
Una investigación confirmó que el consumo moderado, y también el elevado, de bebidas alcohólicas, disminuye el riesgo de enfermedades cardiovasculares
10 de febrero de 2010
Más de uno va a celebrarlo y, obvio, con una copa de vino. Un estudio confirmó que el consumo moderado, y también el elevado, de bebidas alcohólicas disminuye el riesgo de enfermedad cardiovascular en los varones.

Sin embargo, puede producir otro tipo de enfermedades, cómo cáncer de hígado y laringe y patologías hepáticas.

Su autora principal, Larraitz Arriola, del Departamento de Salud Pública del Gobierno Vasco, en Guipúzcoa, confirma al diario El Mundo que "nuestros hallazgos han suscitado mucha polémica en Reino Unido, tras su publicación en la revista ’Heart’.

Pero lo cierto es que beber, aunque sean cantidades más elevadas, protege el corazón. Este hecho se constató ya en estudios previos. Lo que también es cierto es que el alcohol eleva el riesgo de sufrir otras enfermedades, cómo cáncer de hígado y laringe y patologías hepáticas".

Por este motivo, "empezamos el artículo apuntando que las bebidas alcohólicas son la razón de 1,8 millones de muertes al año en todo el mundo. Nosotros, y máxime siendo miembros del departamento de Salud Pública, no recomendamos el consumo de alcohol.

Tampoco lo recomienda la Organización Mundial de la Salud. Lo que sí aconseja esta institución es que las personas que beben, al menos, intenten hacerlo de forma moderada".

La investigación, que forma parte del conocido Estudio Prospectivo Europeo en Investigación sobre Cáncer (EPIC), en el que participan 10 países europeos, fue llevada a cabo con 15.630 hombres y 25.808 mujeres de entre 29 y 69 años a los que se les hizo un seguimiento de una década.

Tanto Arriola como su equipo analizaron el estilo de vida de los participantes y sus posibles patologías: dieta, ejercicio, consumo de tabaco, historia médica, padecimiento de hipertensión, angina de pecho, diabetes o algún problema cardiaco, entre otros. Asimismo indagaron en el consumo de alcohol a lo largo de la vida de los participantes.

Clasificaron así de consumo moderado la ingesta de cinco a 30 gramos de alcohol al día, mientras que el uso elevado lo situaron de 30 a 90 g y el muy alto a partir de 90. Un vaso de vino contiene entre 8 y 10 g de etanol.

Los datos revelan que los hombres que consumieron alcohol a diario de forma moderada, alta y muy elevada sufrieron un 30% menos de enfermedades cardiacas en comparación con los abstemios, tras tener en cuenta todos los factores que podían alterar los resultados.

"Sin embargo, no encontramos que la asociación entre alcohol y cardioprotección se diera en mujeres. La razón puede residir en que ellas sufren enfermedades cardiacas en edades más avanzadas, cuando desaparece la protección de los estrógenos y nuestro estudio se limitó a una población de entre los 35 y 64 años. Tal vez si hiciéramos un seguimiento más largo podríamos ver también esta asociación".

Esta especialista reconoce que en su investigación "la protección cardiovascular se produjo independientemente del tipo de alcohol ingerido".

Y recuerda que estas bebidas reducen el riesgo de enfermedad cardiaca "porque son vasodilatadoras y antiagregantes, lo que ya se ha demostrado en estudios con animales".