El tenista suizo Roger Federer cree que tiene más ímpetu que Rafael Nadal y dijo que su principal objetivo seguirá siendo mantener el número uno del mundo, pese a la especulación acerca de que podría orientar su temporada hacia los torneos del Grand Slam.

Los dichos acerca de que Federer, de 28 años, intentaría emular al gran Rod Laver ganando los cuatro Grand Slams este año se oyeron fuerte desde que el nacido en Basilea consiguió su título número 16 de esa envergadura el mes pasado en el Abierto de Australia.

"Lo intentaré, eso es seguro", declaró Federer en una entrevista con Reuters. "Pero eso no es el número uno en mi lista de cosas para hacer. Intentaré defender mi posición como número uno", agregó.

El suizo señaló que Nadal, quien ha tenido problemas con lesiones de rodilla, sería su mayor amenaza en 2010, pero que el español no tenía la misma ambición que él. "Algunas personas tienen ese ímpetu más que otras que han sido número uno. A Rafa no parece importarle demasiado ser número uno, o al menos no lo demuestra", señaló Federer.

A pesar de poner en duda la motivación de Nadal, Federer aún ve en el jugador mallorquín a su mayor amenaza. Las lesiones obligaron al español, actual número tres del ranking ATP, a retirarse del Abierto de Australia. "El tuvo un buen inicio de temporada", indicó Federer.

"Lo que está atravesando es muy similar a lo que me pasó a mí el año pasado. Sólo porque no ganes un torneo importante, ellos comienzan a señalarte. Estoy convencido de que volverá pronto", continuó.

Otros de los tenistas que podrían impedir su intento por un Grand Slam este año son el serbio Novak Djokovic, el escocés Andy Murray, Juan Martín Del Potro y el ruso Nikolay Davydenko, sostuvo Federer.

"Davydenko ya se estableció, y será interesante ver hasta dónde puede llegar porque está jugando muchos partidos y tal vez no esté acostumbrado a ganar tanto", indicó el suizo, que habló con Reuters durante un viaje a Etiopía donde visitó una escuela levantada por su fundación de beneficencia.

"El año pasado fue la más emocionante, la más especial. Perder en Australia, volver, ganar en París, Wimbledon, casarse, quedar embarazado, tener los bebés", recordó.

Cuando se le preguntó si esta temporada podría ser la mejor, Federer sonrió y dijo: "Bueno, lo seguro es que va por buen camino".