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19 de abril de 2024
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Por saqueos, chilenos se atrincheran con armas
En Concepción los vecinos pasan la noche en sus casas con palos, cuchillos e incluso armas de fuego para cuidar sus pertenencias
2 de marzo de 2010
A cuatro días del terremoto de 8,8 grados Richter que sacudió Chile, muchos municipios del país siguen aún sin agua potable ni electricidad y los vecinos de algunas localidades como Concepción, ubicada a 515 kilómetros de Santiago, denuncian que están armados para protegerse de los saqueadores.

Esta madrugada, cuando la ciudad debía cumplir un toque de queda decretado por el Gobierno nacional, una persona falleció por herida de bala cuando varias personas trataron de acceder a robar a un domicilio de las afueras de Concepción, según publica el diario El Mundo.

Atemorizados, los ciudadanos de ese barrio y de sus alrededores se andan por las calles con palos, hierros, bates de béisbol, cuchillos e incluso escopetas para proteger sus casas.

Mientras tanto, continúan los saqueos en toda la ciudad, que hoy llega a producirse incluso en centros médicos, que se encuentran colapsados.

La situación no es muy diferente en la vecina ciudad portuaria de Talcahuano, totalmente destrozada por el maremoto y los posteriores saqueos, y donde los vecinos están preparando barricadas para que los vándalos no puedan acceder a sus dañados hogares.

Por su parte, ayer ya comenzó el envío, desde Santiago hacia el sur del país, de raciones alimenticias para ser distribuidas en numerosas localidades.

También llegaron al lugar de la tragedia maquinaria pesada para retirar los escombros dejados por el sismo, cuyo último balance oficial de víctimas arrojó un saldo de 723 fallecidos y 19 desaparecidos.

Además, el Gobierno abrió formalmente la puerta a la ayuda mundial, al solicitar a la ONU asistencia concreta para las víctimas.

El embajador de Chile ante la ONU en Ginebra, Carlos Portales, señaló que su país necesita puentes móviles, teléfonos satélites, generadores eléctricos, tiendas de campaña, hospitales, equipos quirúrgicos y centros de diálisis.

Inmediatamente, la Argentina, Perú, Bolivia, Colombia, los Estados Unidos y Panamá comenzaron a movilizar y a enviar equipos médicos, hospitales de campaña o plantas de energía.