El ex jugador francés Zinédine Zidane, cuyo último partido de fútbol terminó con su expulsión contra Italia en la final del Mundial 2006, dijo que "jamás" pedirá perdón a Marco Materazzi por su cabezazo y que antes prefiere "morir", en declaraciones al diario El País.

"Pido perdón al fútbol, a la afición, al equipo... Después del partido (perdido frente a los italianos en Alemania), entré al vestuario y les dije: Perdónenme. Esto no cambia nada. Pero perdón a todos. Pero a él no puedo. Nunca, nunca...Sería deshonrarme... Prefiero morir", afirmó el ex capitán del equipo galo en las páginas del periódico español.

"Si hubiese sido (el brasileño) Kaká, una persona normal, una persona buena, claro que le habría pedido perdón. Pero a este! (por Materazzi)...", añadió el ex jugador del Real Madrid, actualmente asesor del presidente Florentino Pérez.

"En el campo pasan muchas cosas. Me ha pasado muchas veces. Pero ahí no pude aguantar. Porque además... No es una excusa. Pero mi madre estaba enferma. Estaba en el hospital. Esto la gente no lo sabía. Pero era un mal momento. Más de una vez insultaron a mi madre y nunca contesté. Pero ahí...", continuó.

Zidane, 37 años, que todavía vive en Madrid, no sólo guarda malos recuerdos de sus adversarios. "También me encontré rivales que me hicieron reir. Y arbitros muy graciosos. Y compañeros que me hacían reír todos los días, como (el brasileño) Ronaldo, un crack en todos los sentidos", aseveró.