El gran Martín: héroe futbolero que vive hazañas titánicas - Asteriscos.Tv
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29 de marzo de 2024
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El gran Martín: héroe futbolero que vive hazañas titánicas
Una película cargada de emotividad, fuerza, voluntad y sueño de gloria. Un protagonista tan humano como su carisma único. Contemporáneo. Inolvidable
3 de marzo de 2010
Por Roberto Aguirre Blanco

Tenía que ser así. La vida futbolística de Martín Palermo no está hecha solo de rosas y gritos eternos, está también mellada de aullidos de rabia y deseos de venganza.

Hubo que pasar un penal fallido –como otros tantos en su carrera—para sentir la rabia de la oportunidad desperdiciada, para luego, con ese hambre que solo tienen los hombres que de raza del área, capturar un balón en el mismo lugar orgásmico del gol ,y marcar, el esperado tanto 218 con la casaca de Boca.

El héroe tuvo su premio: “persona admirada por sus hazañas y virtudes, que además cumple una acción heroica”.

La definición de su condición de eterno luchador y gladiador del fútbol lo hace desde su impronta humilde el gran hacedor de su rica historia, un ejemplo de fe, lucha y ambiciones desmedidas por gritar más y más goles.

En este fútbol moderno, en estas décadas de defunciones a la hora de vulnerar vallas rivales, Palermo se erige como un Dios pagano mas grande aún, porque cuando todos quieren vivir el momento efímero de pasar por la vida del fútbol argentino con solo un decena de gritos, él aspira a batir los récord eternos.

Como los gladiadores elegidos por la plebe que salen cada domingo al Coliseo para ofrendar lo que mejor saben, el “Titán” desde hace más de una década se coloca su mejor armadura, la casaca “xeneize” y pelea, muchas veces con la fortuna en contra, para al final de la jornada recibir, de los los que mandan, el pulgar erguido.

Cruel vida la de los goleadores: momentos dramáticos de sus películas, cuando la pólvora mojada y el olfato perdido lo aleja de las redes, y allí los obsecuentes del facilismo denuncian tiempos acabados, cronologías y deseos de retiro anunciados.

Sin embargo, los dioses paganos, los elegidos, como el Diego de la gente, el eterno Amadeo Labruna y ahora el gran Martín, renacen de sus cenizas aún candentes y se eternizan en la fidelidad de los únicos que mandan en la vida del planeta fútbol: los hinchas.

Con al azul y oro, Palermo ya es historia, pero no crean que aquí termina todo, seremos testigos aún de más hazañas del jugador que tiene el don que le falta a muchos talentos naturales: corazón de fuego y ambiciones sanas.

Si hasta lo que no son hinchas de Boca, y esto es mucho decir, lo aplauden, porque en el fondo la liturgia borgeana de los "odian, amán" tambien se comprueba aqui y se se ponen de pie para agradecer al “Santo de pelota”.

“Gracias Señor del balón, por hacernos contemporáneos de este héroe, tendremos una linda historia para relatar en las mesas futboleras con nuestros nietos…”

“Érase una vez un “loco” diferente que tenía una canción..." ¿se acuerdan?...

”El gran Martín es un Titán…un titán, del fútbol nacional”.