Un grupo de boqueteros violentó el fin de semana el tesoro del Banco Macro, situado en avenida Callao 264, en Capital Federal y robó el contenido de las 218 cajas de seguridad de la sucursal.

Fuentes policiales confirmaron que ingresaron a través de una perforación en una pared de un edificio lindero tras reducir al encargado del lugar.

Así lo establecieron los investigadores y personal del banco, tras haber ingresado a la entidad. Ddel total de las cajas de seguridad, sólo unas 100 estaban ocupadas y más del 60 por ciento de ellas fueron vaciadas.

Los asaltantes directamente destrozaron con barretas y mazas las 218 cajas de seguridad de la sucursal. Recién entonces descubrieron que sólo un centenar de ellas tenía contenido.

Si bien todavía no hay precisiones sobre qué fue lo robado, se pudo saber que más del 60 por ciento del centenar de cajas ocupadas fueron vaciadas. También trascendió que cuando los investigadores ingresaron al banco, se encontraron con una sorpresa. Según se reveló, los boqueteros habrían dejado una leyenda escrita con aerosol en la entrada al tesoro del banco. "Este no será el robo del siglo, pero sí el del milenio", decía la frase escrita por los asaltantes en color fosforecente.

Es que el del fin de semana sería el robo a cajas de seguridad más importante. En otro golpe similar, como el ocurrido en el banco Río, las cajas violentadas fueron menos de 150.

Mientras el personal del banco y los investigadores intentan precisar la cantidad de cajas robadas y establecer qué elementos contenían (dinero, joyas y otros elementos de valor), los clientes que tienen cajas de seguridad en esa entidad comenzaron a desfilar por la sucursal para enterarse de la suerte corrida por sus pertenencias.

Nerviosos, molestos, enojados, los clientes llegan al Banco Macro en busca de información. Allí, el personal del banco les informa que deben acercarse a la Casa Central de la entidad, ubicada en Sarmiento 401, pare reunirse con las autoridades.

En un comunicado dado a conocer hace instantes por el Banco Macro, se señala que los clientes de la sucursal de Callao 264 "que tengan que transaccionar y los jubilados y pensionados que deban cobrar sus haberes, lo podrán hacer en las sucursales ubicadas en Avda. Quintana 99, en la sucursal de Avda. Belgrano 1668 o en cualquier sucursal de la red de Banco Macro".

Asimismo, la entidad informó que quienes quieran realizar consultas deben dirigirse a la sucursal central o llamar al 0810-555-2355.

El aceitado plan de los ladrones comenzó a ejecutarse a las 22 del sábado. Dos hombres armados llegaron hasta la Escuela Superior de Higiene y Seguridad Industrial, cuya entrada está a un costado de la del banco. Esa institución ocupa la planta alta del edificio. Allí dominaron al sereno para encerrarlo junto a su hijo, que se encontraba con él en ese momento, en un pequeño cuarto del primer piso.

Después, se supone que otros ladrones se sumaron al grupo, fueron hasta la cocina, hicieron un boquete en el piso, pusieronn una escalera y bajaron hasta el banco.

Una vez allí hicieron otro agujero más pequeño "en el que sólo cabría una persona delgada", según dijeron fuentes policiales. Sabían lo que hacían: a través de él llegaron al subsuelo, justo donde están la bóveda y las cajas de seguridad.

"Nos tuvieron toda la noche encerrados, yo vi a dos, pero puede que hayan sido más", dijo a Clarín el sereno. Y agregó: "a juzgar por los sonidos que hacían los ladrones, estos pasaron prácticamente toda la madrugada en el lugar, y en algún momento, antes de que amaneciera, se fueron sin que nadie los molestara".

La alarma perimetral del banco no sonó hasta las 7,50 de la mañana del domingo, un hecho que llama la atención de la Policía, que recién a esa hora llegó al lugar para averiguar lo que ocurría. De hecho, cuando un patrullero de la comisaría 5a. se acercó al banco "a simple vista no vio ninguna anormalidad frente a la institución", dijo Néstor Rodríguez, vocero de la Policía Federal.

Ayer a la tarde, en un comunicado, el Banco Macro confirmó la información afirmando que "fue violentado parcialmente el tesoro de la sucursal Congreso, alcanzando el recinto de las cajas de seguridad".

El robo ocurrió a dos cuadras del Congreso Nacional, en una zona caliente en la que los robos a comercios y transeúntes son moneda corriente. Hace 20 días, Clarín publicó que en menos de un mes allí se cometieron 8 asaltos a negocios e innumerables arrebatos en la calle.

Esa misma semana, un ladrón murió en un tiroteo con la Policía en Corrientes y Callao, luego de que robara un bolso en un local de comida. En aquella ocasión, los comerciantes se quejaron de que la única vigilancia con la que contaban era la de los bancos de la zona.

La sucursal Congreso del Banco Macro tiene una clientela integrada primordialmente por comerciantes. Si bien las autoridades del banco explicaron que cuentan con un seguro que respalda los bienes que guardan sus clientes, ahora corresponderá a los dueños de las cajas de seguridad saqueadas demostrar fehacientemente los valores que guardaban en ellas.

La Policía Científica estuvo en el lugar juntando pruebas y testimonios que permitan orientar la investigación; hasta anoche lo único que tenían confirmado es que el robo fue ejecutado con gran precisión por gente que sabía lo que iba a buscar y cómo hacerlo.