El vicepresidente Julio Cobos finalmente cumplió su promesa y apeló el fallo que favorecía la nueva composición de la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, que controlaría los decretos de necesidad y urgencia (DNU), en una jugada riesgosa, dado que la Justicia había favorecido al Gobierno.

El juez Enrique Lavié Pico había ordenado una nueva conformación de la bicameral, luego de varios artilugios judiciales, recursos y apelaciones por parte del oficialismo y la oposición.

Sin embargo, la Justicia no se expedirá de manera rápida, dado que tardará 20 días, dado que primero, la Cámara en lo Contencioso Administrativo debe analizar la recusación de Sergio Fernández -uno de los camaristas que debe revisar la decisión que anteayer tomó Lavié Pico- y recién después la apelación al fallo éste último.

El miércoles, mientras la Cámara de Diputados debatía sobre la validez de los últimos DNU por los que el Gobierno tomó reservas del Banco Central para pagar deuda, Lavié Pico ordenó retrotraer la integración de la bicameral a la que había quedado establecida en diciembre, por lo cual saldrá Luis Juez -que dijo que no apelará el fallo- y, en su lugar, ingresará Beatriz Rojkés de Alperovich.

El fallo no sorprendió al Gobierno y fue el resultado de una fina ingeniería judicial del kirchnerismo.

La Cámara. Además de Fernández, el juez recusado por Cobos, la Sala III de la Cámara Contencioso Administrativo está integrada por otros dos magistrados afines al Gobierno: Jorge Argento y Carlos Grecco.

Grecco tuvo una actuación relevante en enero cuando trascendió que había aceptado, fuera de término, un escrito del Gobierno. No se sabe si intervendrá. Pero si Grecco y Argento se hacen finalmente cargo de la causa, es muy probable que el recurso de Cobos naufrague.