El intendente de Baradero, Aldo Carossi, aseguró que la muerte de los dos menores que iban en moto fue "un accidente de tránsito" y descartó que sus inspectores hayan perseguido a los jóvenes, como trascendió.

"Dejemos que la Justicia actúe pero no hubo ninguna persecución", afirmó el jefe comunal en declaraciones a Radio Provincia.

Carossi detalló que la moto, en la que viajaban las víctimas, tiene un impacto en el lateral derecho, circunstancia que impide razonablemente decir que fue un toque paralelo, ambos vehículos a la par, por la izquierda la camioneta y por la derecha la moto, por lo que se parte de "una hipótesis falsa". "Fue un choque en una intersección. Un accidente de tránsito, no una persecución", sostuvo.

Respecto a la posibilidad de que el Concejo Deliberante se reúna para pedir su destitución, el jefe comunal opinó que "no es lo aconsejable (que pidan su destitución), ya que no van a lograr resolver el problema; el problema no es Aldo Carossi, el problema es el pueblo de Baradero".

Mientras tanto, continuaban las críticas de familiares y amigos hacia el intendente y los funcionarios municipales, en medio del velatorio de los restos de las víctimas.

"Lo único que quiero es que lo paguen. Si hay culpables, que lo paguen, porque destruyeron a toda la familia", expresó Roxana, la madre de la adolescente fallecida.

En la madrugada de ayer, Giuliana Giménez y Miguel Portugal, ambos de 16 años, habían dejado una fiesta de 15 años y se dirigían a la casa de ella a bordo de una moto.

En una esquina, por causas que investiga la Justicia, la moto aparentemente fue embestida por una camioneta en la que iban Luciana Romero y Jorge Miccuci, integrantes del cuerpo de tránsito municipal. El choque provocó la caída de los jóvenes, que no usaban casco. Giuliana murió en el acto; Miguel, unos minutos después.