Cuando se esperaban palabras de homenaje breves para recordar otro aniversario del brutal Golpe de Estado de 1976, la jefa de Estado hizo repetir su discurso en el primer time.

La importancia del tema lo justificó, pero preocupa la posibilidad de que a la jefa de Estado se le vuelva costumbre, como ocurre con Hugo Chávez en Venezuela.

La presidenta Cristina Kirchner reclamó a la Justicia que acelere las causas por
violaciones de derechos humanos durante la dictadura y advirtió que llevará a "tribunales internacionales" el caso de los hijos de la dueña del Grupo Clarín si es que no prospera en el país.

Desde la ex ESMA y donde hoy funciona el Museo de la Memoria, la jefa de Estado pidió "encarecidamente" a los jueces que trabajen para "cerrar un capítulo trágico de los argentinos" por los delitos de lesa humanidad cometidos en el último gobierno
militar e hizo un llamado especial por el caso de los dos hijos adoptados por Ernestina Herrera de Noble, en 1976.

"Debemos saber si nuestra Justicia será capaz de atravesar esta verdadera prueba para saber si vivimos en democracia. Creo que pese a la impunidad del poder mediático, vamos a poder conocer la identidad que tanto buscamos. Confío en que vamos a
poder sobreponernos a este inmenso poder que es extorsivo sobre políticos, jueces y empresarios, casi un poder mafioso", denunció la Presidenta en medio de su enfrentamiento con el Grupo Clarín.

En el marco de este acto, la mandataria entregó el Premio Nacional de Derechos Humanos "Azucena Villaflor" a Julio Morresi, Bruno Palermo Marcos Weinstein, familiares de desaparecidos y a la hija y el nieto de Emilio Mignone, fundador
del CELS, fallecido en 1998.