El jefe de Gobierno de la Ciudad presentó los cambios al régimen de faltas, con el eje en medidas más duras para enfrentar la inseguridad y el desorden. "Vamos a seguir trabajando para desterrar las mafias que se enquistaron en la sociedad", dijo el funcionario.

Macri anunció cambios al Código de Convivencia que rige en la ciudad de Buenos Aires, con penas más duras para "trapitos" y los encapuchados, entre otras cosas.

El jefe de gobierno porteño pidió que los legisladores puedan debatir con "seriedad y rapidez" el proyecto, porque, aseguró, va a "beneficiar a la Policía, a los jueces y a los fiscales".

Macri estuvo acompañado por el jefe de gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta; el ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro; el jefe de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco; la ministra de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal; y la diputada nacional Gabriela Michetti.

En este marco, Montenegro informó que las medidas se inscriben "en un plan integral", que contará con diversas herramientas, como "la prohibición absoluta" de la actuación de los "cuidachoches y trapitos".

Se incluyó en el proyecto que deberá tratar la Legislatura porteña la "prohibición en el uso de palos y capuchas" en las manifestaciones, como así también el "portar ganzúas". El funcionario indicó que se buscará "endurecer las penas" para aquellos que "ensucien los bienes públicos".

En el caso de las personas que cobran para cuidar los autos, el jefe de gobierno porteño dijo que habrá arrestos de "entre uno a cinco días" y se "duplicará o triplicará" para los que lideren las bandas de cuidacoches ilegales.

"Todo cuesta", reconoció Macri en diálogo con Radio 10, pero advirtió que "lo importante es comenzar a recuperar las buenas costumbres" y reiteró que "la gente no puede estar amedrentada por mafias".