Amor e impotencia. Eso habrá sentido la viuda del andinista fallecido Javier Paduszek (39), quien murió el 23 de febrero en el intento por alcanzar la cima del cerro sanjuanino Mercedario, cuando Gendarmería le dijo que el cuerpo de su marido iba a quedar en la montaña "para siempre" porque era una zona de acceso extremadamente difícil.

Pero esto no la detuvo, y Ana Allende contrató a un grupo de expertos para que le devolvieron el cuerpo del hombre a quien ella necesita enterrar y dar un último adiós.

La travesía de rescate comenzó el sábado a primera hora. El equipo -los seis andinistas más un médico y un oficial de justicia- viajó en camiones desde Barreal durante dos horas hasta Laguna Blanca, según infrma el diario Clarín. Allí, pasado el mediodía, sólo los seis andinistas montaron mulas y subieron hasta el arroyo Turquesa, al pie del glaciar de la Ollada, donde estaba el cuerpo del ingeniero, ya a 4.700 metros, donde durmieron unas horas.

Soportando temperaturas de entre 10 y 12 grados bajo cero, demoraron todo el domingo en alcanzar el lugar donde se hallaba Paduszek. "Pudieron acercarse el cuerpo. Pero apenas lo bajaron unos metros. No consiguieron completar la bajada del cadáver porque tenían problemas con penitentes y una grieta", explicó la alta fuente de Gendarmería al diario porteño.

Cerca de la grieta dejaron el cuerpo de la víctima y bajaron a Turquesa a dormir. El lunes repitieron la ascensión. "Salió todo muy bien pero fue muy difícil, había muchas grietas en el glaciar", explicó a Clarín, todavía extenuado, el rescatista Juan Pablo Milana, integrante del Club Andino Mercedario. Recién volvieron a Turquesa la noche del lunes, dos horas después de lo esperado. "Fue muy trabajoso, demoraron porque no podían arriesgarse, el terreno era muy complicado como para bajar un cadáver", comentó la fuente de Gendarmería.

En Laguna Blanca los esperaba emocionada Allende. "Ha visto a su pareja y estaba consternada, pero a la vez se la veía entera y agradecida al equipo de rescate", explicaron quienes estuvieron cerca suyo cuando la tarea finalmente se cumplió.