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26 de abril de 2024
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La AFIP clausuró 145 locales textiles de la calle Avellaneda
Según los datos del organismo oficial se detectó que casi el 20% de los trabajadores estaba en "una situación irregular". La evasión más habitual, no entregar facturas
7 de abril de 2010
Un total de 145 comercios dedicados al rubro textil ubicados sobre la calle Avellaneda, en el barrio porteño de Flores, fueron clausurados por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).

En un operativo que contó con más de 450 inspectores del organismo de control, se verificaron el cumplimiento fiscal y previsional de más de mil comercios, en los que trabajan alrededor de 2400 empleados, y según los datos del organismo oficial se detectó que casi el 20% de los trabajadores estaba en "una situación irregular", informó el diario La Nación.

Mediante un comunicado, la AFIP también destacó que se controlaron los vehículos utilizados para carga y descarga de mercaderías, de los cuales "el 66 por ciento" presentaba irregularidades.

En total se inspeccionaron 1084 comercios para determinar el cumplimiento de las obligaciones fiscales y previsionales, y como resultado del operativo "se clausuraron 145 locales y se labraron 483 actas de infracción". También se relevó "la situación de 2442 trabajadores, de los cuales el 19% no se encontraba correctamente declarado", de acuerdo con lo indicado por la AFIP.

Según el organismo, "las maniobras de evasión más habituales fueron no entregar las facturas tras concretar ventas o falsear la información sobre sus verdaderas ganancias".

En los últimos años, la zona de la calle Avellaneda desplazó al barrio de Once como el principal polo textil de la ciudad.

Justo en el límite entre los barrios de Flores y Floresta, hoy la zona reúne a más de 1600 comercios de fabricación y venta de ropa -para tener un punto de comparación, se puede tener en cuenta que el shopping Unicenter tiene 300 locales- y los precios de alquiler y venta de los locales ya compiten de igual a igual con las arterias comerciales más importantes de la ciudad, como la calle Florida y la avenida Santa Fe.

Inicialmente, el polo se extendía a lo largo de tres cuadras de la calle Avellaneda entre Nazca y Cuenca, pero a medida que la zona se popularizó los comercios fueron avanzando por Avellaneda hasta la plaza Vélez Sarsfield y también sobre las calles paralelas, como Juan Aranguren, Morón, Bacacay y Bogotá, y perpendiculares, como Concordia, Campana y Emilio Lamarca.

Los primeros en instalarse en la zona fueron los empresarios textiles de las colectividades judía y árabe, que en muchos casos abastecían desde sus talleres en Flores y en Floresta a los comercios de Once.

En los 90, llegaron los inversores coreanos que masivamente fueron saliendo del negocio de los autoservicios para reconvertirse en empresarios del rubro de indumentaria. Y por último, tras la crisis de 2001 se multiplicaron los locales pertenecientes a comerciantes bolivianos.