Gabriel Mariotto, titular del COMFER -ahora Autoridad de Aplicación de la ley de Medios- y ex decano de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora -pionera en la formación de periodistas-, justificó el ataque sufrido por doce periodistas que aparecieron con foto en afiches intimidatorios y anónimos.

"Son expresiones", dijo Mariotto, y en forma insólita dijo que hay que defender "la libertad de expresión".

Hasta el propio titular de la bancada del Frente para la Victoria en Diputados, Agustín Rossi, salió a despegarse de esas palabras y dijo que "los escraches tienen que ser criticables y repudiables. Nosotros no somos los responsables. Esto de querer imputarle al Gobierno una situación de esas características, la verdad que no es así".

Rossi había sufrido en carne propia los escraches realizados por productores agropecuarios de Santa Fe, y por eso tal vez sabe de lo que habla,

Luego de que el Gobierno justificara la convocatoria de las Madres de Plaza de Mayo para "enjuiciar" públicamente a periodistas y de que Mariotto, titular de la Autoridad Federal de Servicios de comunicación audiovisual, relativizara la difusión de afiches anónimos, Rossi los repudió, como también lo había hecho Miguel Pichetto, el jefe del bloque de senadores K.

"No estoy de acuerdo con ningún tipo de escraches. La verdad es que esas situaciones las vivimos en Sante Fe y otras provincias cuando fue el tema de la resolución 125, por lo cual critico absolutamente eso", agregó.

Consultado por radio Mitre acerca de las palabras de Mariotto, Rossi se mostró tajante: "No estoy de acuerdo".

Las polémicas declaraciones de Mariotto, un funcionario que creció a la sombra de Néstor Kirchner porque le es funcional en su pelea con Clarín, se conocieron el mismo día en que dos de las más altas autoridades del Gobierno criticaron las amenazas.

Incluso el jefe de Gabinete K, Aníbal Fernández y el ministro del Interior, Florencio Randazzo cuestionaron "la metodología del escrache".

La delación anónima, como estos afiches difamatorios, fue usada por las policías secretas de Mussolini en la Italia fascista y Stalin en la Unión Soviética.

También los productores agropecuarios escracharon a varios legisladores y funcionarios durante el conflicto entre el gobierno y el campo.

Y organizaciones de derechos humanos escracharon a represores de la última dictadura, y lo mismo ocurrió cuando caída el gobierno de Fernando de la Rúa con el ex ministro de Economía Domingo Cavallo.

Mariotto fue consultado específicamente por los ataques y respondió: "Son expresiones y nosotros desde la Autoridad (de Aplicación) defendemos la libertad de expresión. No nos gustan que todas las opiniones sean refrendadas y estos afiches no tuvieron firmas, por lo que es una incógnita quién los emitió".

El responsable del COMFER agregó: "Los medios también muchas veces no expresan quienes son los dueños, eso también es un afiches sin firma prácticamente. Ellos también deben decir quienes son los dueños de esas licencias".

Como ejemplo, citó que "cuando uno sintoniza la radio 530 de Capital Federal sabemos que es la radio de las Madres de Plaza de Mayo".

Las declaraciones de Mariotto se dieron a una semana de la aparición de los afiches. No fue la primera vez que defendió estas prácticas.

Durante el debate de la Ley de Medios ha había justificado las pintadas contra Clarín por ser "una manifestación de la cultura popular".

Sin embargo, desde el kirchnerismo, los senadores Miguel Ángel Pichetto y Daniel Filmus presentaron un proyecto para que el Senado declare "su más enérgico repudio a la aparición de carteles anónimos exhibidos en la vía pública, que cuestionan a diversos periodistas de medios nacionales, pues esta práctica atenta contra los derechos establecidos en la Constitución Nacional y contra la tradición de respeto a la libertad de expresión, y la vocación de integración del pueblo argentino".

Fue el mismo día que Aníbal Fernández señaló: "Estoy en contra de los escraches y no sé quién los hizo. Yo no haría algo así. Hay que buscar otras formas de discusión".

De todas maneras, Fernández defendió el derecho de Madres de Plaza de Mayo de "enjuiciar" públicamente a periodistas.

Por su parte, Florencio Randazzo consideró "lamentable" que "se quiera involucrar al gobierno" con una serie de afiches anónimos con expresiones contra periodistas y dijo que el "gobierno nacional no está en contra del periodismo" y que está en contra de "la metodología del escrache".

"Este Gobierno no está en contra del periodismo; por el contrario, con la nueva Ley de Medios apostamos a que exista una mayor pluralidad de voces y más fuentes de trabajo para los periodistas, con mayor democracia", afirmó.