Se lo esperaba con ansiedad en el estadio Monumental, luego de un mes fuera de las canchas y cuando ingresó por Fernando Belluschi el público millonario lo recibió como lo que es: un ídolo.

El retorno de Ariel "burrito" Ortega a la primera de River no pudo ser mejor, porque el equipo ganó con goleada el clásico ante San Lorenzo por 5-0, y él les regaló a sus fanáticos un gol de antología.

Un pelotazo lo encontró en la mitad del campo y de zurda dejó desairado a Pablo Quatrocchi para emprender una larga carrera hacia el arco defendido por Sebastián Saja.

Cuando estaba por pisar el área sacó un toque sutil, con el sello de los que saben, y el balón hizo una parábola perfecta para colarse a las espaldas de Saja y convertirse en el cuarto gol "millonario".

Ortega no aguantó más, se sacó la camiseta, la revoleó, mientras la multitud gritaba el gol y su nombre y se abrazó con Daniel Passarella, quien lo conoce desde muy joven y lo cuida como a un hijo.