En la Argentina muy pocas cosas podrán cambiar en la medida que el poder político no demuestre firmeza para cambiar los atropellos que se cometen a diario.

Un ejemplo es lo ocurrido con el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, quien anunció una medida para ordenar el anárquico sistema de carga y descarga pero debió ceder ante las presiones de los Moyano, amos y señores de la Argentina a partir de su poder de 'fuego' y de su alianza con los Kirchner.

Los camioneros levantaron esta tarde el paro que habían iniciado a la medianoches, tras acordar con el Gobierno porteño un plazo de siete días para el análisis de los nuevos horarios de carga y descarga en la Ciudad.

"La reunión ha sido satisfactoria, ya que el Ejecutivo porteño reconoció que los trabajadores no habían sido convocados para discutir la situación y el cambio horario", sostuvo Juan Amaraz, secretario de la rama carga y descarga del gremio.

"Nos tomaremos una semana para discutir punto por punto. Este cambio de condiciones laborales y de horarios en la carga y descarga nunca fue conversado con el gremio", dijo el sindicalista.

Amaraz explicó que esas cuestiones habían sido analizadas durante 180 días entre funcionarios de Mauricio Macri y empresarios agrupados en la cámara Fadeeac, pero "no con el gremio" que, sin embargo, se avino a levantar la huelga general.

"Ahora estudiaremos punto por punto las propuestas, especialmente las que procuran implementar tres tipos distintos de carriles para realizar las tareas. Veremos si ello sirve", sostuvo Almaraz.

El sindicalista añadió que los funcionarios de Transporte "solicitaron disculpas", ya que "estaban convencidos -según señalaron- que el gremio estaba al tanto de las conversaciones entre el Ejecutivo metropolitano y la Fadeeac".

El gremio había iniciado esta medianoche un paro por tiempo indeterminado en rechazo del cambio de los horarios de carga y descarga, el que de haber continuado podría haber provocado desabastecimiento de bebidas, gaseosas y lácteos en la Capital Federal.

El Gobierno porteño pretende que los camiones más grandes no puedan ingresar al macrocentro luego de las 8 y que se retiren de la zona progresivamente a más tardar a las 11.30.

El jefe de Gobierno, Mauricio Macri, había cuestionado la medida de fuerza y justificó las nuevas restricciones para realizar carga y descarga en la Ciudad de Buenos Aires. Luego de la reunión semanal de Gabinete, Macri consideró que "es un exabrupto y otra muestra de maltrato hacia los vecinos de la ciudad" el paro. Y agregó: "Es increíble que tengamos que soportar semejante maltrato".

Pablo Moyano, secretario adjunto del gremio de camioneros, había amenazado con que "no van a entrar el agua, ni los lácteos ni las bebidas a la ciudad" de Buenos Aires mientras no se vuelva al horario de 6 a 15 horas "como venimos haciendo hace 20 años". De acuerdo al nuevo plan del Gobierno porteño, los camiones de reparto no podrán ingresar al macrocentro después de las 8 y deberán retirarse del área a más tardar a las 11.30.

Moyano hizo hincapié en la seguridad de los camioneros, que esta mañana manifestaron en la intersección de la avenida Roca y Pepirí, en el barrio porteño de Barracas. "No nos pueden pedir que ande un compañero con la billetera a las 3 de la mañana", dijo.

Por su parte, el jefe de Gabinete porteño, Horacio Rodríguez Larreta, destacó que las nuevas restricciones horarias para el reparto de mercaderías "habían sido consensuadas con la cámara" que los agrupa.

"Esta medida estaba coordinada y consensuada con la cámara de distribución de las principales empresas (FADEAC). No entendemos este paro", indicó el funcionario, quien explicó que la iniciativa apunta a limitar el horario de carga y descarga de mercadería para "ordenar el tránsito en la ciudad de Buenos Aires".