"Estamos todavía en el infierno. Cómo cuesta salir del infierno. Espero que el 10 de diciembre de 2007, cuando me toque terminar mi mandato, le pueda decir al pueblo argentino que estamos golpeando las puertas del purgatorio y dejando el infierno", enfatizó el Presidente.

Por otro lado, dijo que sectores de la oposición son "una máquina de impedir" y los responsabilizó por la crisis de 2001.

"Lamentablemente todavía hoy hablan", se quejó Kirchner, al encabezar un acto en la localidad de San Justo, en el partido bonaerense de La Matanza.

Acompañaron al jefe de Estado la primera dama, la senadora Cristina Fernández de Kirchner; el presidente provisional del Senado, José Pampuro; y el gobernador Felipe Solá, entre otros funcionarios.

También sostuvo que su intención es "construir un verdadero Estado de derecho donde la Justicia tenga su punto de equilibrio".

Al hablar durante el acto, Kirchner pidió además que se terminen "todas aquellas coartadas legales que existen para quienes tienen que estar detenidos por las responsabilidades que tienen".