Rafael Savino había terminado de cenar junto a su familia y paseaba por el lobby del hotel Southern Sun antes de irse a descansar a su habitación.

"Rafa, Rafa, vení un minuto", le gritó desde la puerta un hombre con un camperón de San Lorenzo. Un grupo de la barrabrava del Ciclón, conocida como La Buteler, se acercó hasta el hotel para exigirle al dirigente entradas para el partido de pasado mañana entre la Argenitna y Corea del Sur.

No hubo agresiones, aunque el dirigente habría pasado un mal momento, según informaron fuentes policiales consultadas por canchallena.com.

En Pretoria, hay un grupo menor a 20 personas que integran la barra de San Lorenzo. Ellos no pertenecen a Hinchadas Unidas Argentinas (HUA) y habrían desembarcado en Sudáfrica gracias al aporte de un empresario muy vinculado al club de Boedo.

Después del mediodía sudafricano, Savino y otros dirigentes de la AFA se reunirán con Pablo Paladino, del Subsef, y algunos agentes de la Policía Federal Argentina que se encuentran en Pretoria.

Un episodio similar a este había ocurrido antes del debut argentino, con los barras de la Banda de Lomas, quienes les habían exigido a los dirigentes Juan Carlos Crespi y Luis Segura entradas, dinero y una charla con Carlos Bilardo, el secretario técnico.

No podrán volver. La Justicia rechazó un recurso de "hábeas corpus" presentado por siete barrabravas expulsados de Sudáfrica que pretendían regresar a aquel país, entre ellos Pablo "Bebote" Alvarez, de Independiente, según consigna la agencia DYN.

Se trata de Juan Marcelo Duarte, Mariano González y Diego Gómez, de Lanús; Julio Navarro, de Rosario Central; Pablo de Respinis y Emiliano Rui Tagliarino, de Huracán, además de Alvarez.

Los siete, con el patrocinio de una abogada particular, presentaron el "hábeas corpus" ante el juez de instrucción Juan Ramos Padilla, a quien le manifestaron que se sentían perjudicados por presuntos informes de organismos estatales argentinos que habrían impedido su entrada a Sudáfrica.

Ramos Padilla rechazó la acción y la envió, tal como indica el procedimiento legal, a la Cámara del Crimen, que por intermedio de su Sala Sexta confirmó el rechazo