En silencio, cuando pocos hablaban de ellos y muchos menos hubieran apostado por una victoria, el equipo argentino llegó a Moscú para tratar de ganar por primera vez de visitante en tierras rusas.

Y aunque el camino por recorrer es largo, todo lo que pasó en la primeras dos jornadas da para ilusionarse. La victoria de Schwank y Zeballos por 7-6, 6-4, 6-7 y 6-1 puso la serie 2-1 para los de Tito Vázquez y dejó a los rusos acorralados como pocas veces.

Fue Tito Vázquez, precisamente, el primer gran responsable de esta victoria. El fue quien se jugó por Eduardo Schwank para acompañar a Horacio Zeballos y así cuidar a David Nalbandian, el as de espadas de este equipo, que le ganó a Nikolay Davydenko en el primer punto del match y volverá a la cancha mañana ante Youzhny, si es necesario definir la serie en el quinto partido.

El partido de hoy comenzó con algunos problemas para Argentina, que en el tercer game del set inicial tuvo que pelear para no ceder el saque de Zeballos y en el noveno sufrió el quiebre del servicio de Schwank. Ahí, 5-4 abajo y con el servicio de Davydenko, se vio la primera gran señal positiva de la pareja argentina, que recuperó el quiebre y llegó al tie break, donde ganó 9-7.

El segundo parcial tuvo menos sobresaltos para los argentinos. Cuando estaban 2-2 con el saque de Davydenko, el ruso se plantó en un duelo cruzado con Schwank, que lo abrió con un passing sobre la izquierda y aprovechó el pasillo que quedó entre ambos rivales para definir por el centro de la cancha y concretar un nuevo quiebre sobre el servicio del número seis del mundo.

Todo parecía encaminarse a una barrida cuando en el séptimo game Argentina le quebró a Davydenko por tercera vez para tomar una ventaja de 4-3 y el saque de Schwank. Pero la ansiedad le jugó una mala pasada a los argentinos, que dejaron pasar la oportunidad y lo pagaron con el set, en un tie break que esta vez fue para los rusos por 7-3.

La mueca de preocupación fue mayor aun cuando en el inicio del cuarto parcial la dupla local volvió a aprovecharse del saque de Schwank para empezar con ventaja. Eso encendió todas las alarmas en el equipo argentino. Sin desesperarse, Zeballos y Schwank volvieron a la cancha y volvieron a dejar en evidencia que Davydenko atraviesa uno de los peores fines de semana que se recuerde. Fue un nuevo quiebre para 1-1. Horacio hizo lo suyo cuando le tocó sacar. Y enseguida fueron por una presa que los venía esquivando: Kunitsyn y su servicio. Ese quiebre puso el 3-1 y fue el golpe de gracia al local, que no mostró nada más y se resignó al festejo argentino del final.

Esta es la segunda victoria argentina en dobles como visitante en Rusia. La primera fue aquel recordado partido de 2002, en el que Nalbandian y Lucas Arnold vencieron a Kafelnikov y Safin por 6-4, 6-4, 5-7, 3-6 y 19-17 para mantener al equipo con vida, después de las caídas de Chela y Gaudio contra Safin y Kafelnikov, respectivamente, en la jornada inicial.

Aquella vez el cuarto partido fue el que cerró la serie (victoria de Safin sobre Nalbandian). Esta vez el match point es para Argentina, y la sorpresa es tan grande como agradable.