Las imágenes de Diego Maradona limpiando ingleses, llorando ante alemanes y volviéndose con las piernas cortadas quedaron en la retina como un lapso temporal extenso e inolvidable.

Algo que no se repitió con el Diez desde el banco, donde, desde la asunción de Julio Grondona en la Asociación del Fútbol Argentino, fue el técnico que menos duró al mando del equipo con un año, siete meses y 12 días.

Corría el año 1979, Argentina venía de ser campeona del mundo por primera vez en su historia y en su casa de la mano de César Luis Menotti. Grondona asumía la presidencia de la Asociación del Fútbol Argentino y comenzaba su gestión con la continuidad del Flaco en las riendas del equipo.

Pero al primer técnico campeón, la continuidad le duró sólo cuatro años más: en 1982, tras un mal Mundial, se despidió después de siete años, ocho meses y 19 días de estar al frente.

Llegó Carlos Salvador Bilardo, quien se mantuvo desde 1983 hasta 1990 (siete años, un mes y 25 días).

Dos Copas del Mundo y una, la del 86, con el mejor de los resultados. Atrás llegó Alfio Basile y duró cuatro años exactos.

El Coco condujo a sus muchachos hasta los octavos en Estados Unidos 94, pero ante Rumania ya había sido expulsado del torneo su as de espadas y el equipo cayó 3-2.

Un campeón del mundo, un histórico, lo sucedería: Daniel Passarella tomó las riendas y otra vez hubo técnico sólo por un Mundial.

Francia 98 lo vio en cuartos, pero Holanda lo despidió 2-1 y cerró una etapa de tres años, siete meses y 17 días.

Marcelo Bielsa se hizo cargo y, pese a un Mundial muy malo en 2002 (Argentina se volvió en primera ronda), siguió hasta 2004. Después de conseguir la dorada en los Juegos Olímpicos, dijo chau. El Loco estuvo cinco años y siete meses exactos.

José Pekerman, múltiple campeón con la Sub 20, estuvo al mando para encarar Alemania 2006.

Fue el que más se arrimó a lo que duró Maradona, con ocho meses y 19 días. Hizo una buena Eliminatoria, pero consiguió el mismo resultado que Diego en Sudáfrica 2010: cayó en cuartos con los teutones, en una paliza.

Llegó el segundo ciclo de Basile luego de un gran desempeño en Boca. Duró sólo dos años, un mes y diez días, hasta en 2008, cuando hizo pública su renuncia luego de caer con Chile. Su sucesor fue el más grande de todos los tiempos como jugador, pero un récord precoz como técnico: 630 días y despedida.