Por Roberto Aguirre Blanco

El adiós cantado desde hace varias horas de Diego Maradona del seleccionado nacional tuvo la formalidad del voto siempre 'unánime' de los integrantes del Comité Ejecutivo de la AFA, ante la determinación ya tomaba por Julio Grondona.

A pesar de una situación que se veía venir, una vez más la determinación de la AFA tiene claroscuros ante una postura oficial casi tajante, en busca de romper un clima de acuerdo y proponerle cambios a Maradona, quien se sabía de antemano no iba a aceptar.

Nadie desconoce el pensamiento del ahora ex DT del seleccionado y a pesar de todo eso está claro que Grondona buscó sacarse de encima, al menos por un tiempo, al astro de la responsabilidad de seleccionador.

Pareciera que estos manejos también incluyeran una situación poco transparente que hasta permite pensar que en dos meses alguna situación pudiera cambiar.

Estaría decidido desde el seno de la AFA, es decir de Grondona, que Sergio Batista sea el responsable del seleccionado mayor en los dos próximos e inminentes compromisos con Irlanda (11 de agosto) y España (5 de septiembre).

¿Qué pasará después o durante este lapso?, hoy nadie lo puede asegurar, ya que si bien hay un listado de posibles candidatos, pareciera que no hay apuro por resolver el tema en forma "inmediata".

Desde el gobierno nacional ya bajaron señales previas "pidiendo" la continuidad de Maradona, en un tono que poco tiene que ver con el deseo genuino de políticos-simpatizantes, y está claro que el anuncio del despido de Diego no acallará estas voces.

¿Grondona también quiere medir hasta dónde seguirá la onda expansiva de Maradona fuera del seleccionado?

El hombre fuerte del fútbol tiene sus estrategias bien claras: dejar que el tiempo haga su juego y estar siempre atento a resolver las circunstancias, según la necesidad que menos problemas le cause.

Su deseo de que no siga Diego quedó manifestado en sus actitudes, pero también la necesidad de imponer condiciones a un proceso del cual nunca estuvo conforme, con los desplantes que sufrió uno de sus hombres preferidos (Carlos Bilardo) y la injerencia de personajes que no soporta como Oscar Ruggeri.

En este contexto confuso, como muchas de las cuestiones que pasan por la AFA, queda otra sensación mas grave, la imposibilidad desde el seno de la organización de fútbol de establecer un plan serio del seleccionado que vaya más allá de un nombramiento y ponga el equipo nacional al alcance de logros importantes que no consigue desde hace 17 años.

"Todo pasa", el lema de Don Julio que perdura en el tiempo inclusive por encima de la mágica presencia del jugador más importante de todos los tiempos.

Maradona estuvo 20 meses frente al seleccionado y también en ese lapso tuvo un aprendizaje cargado de esfuerzos y golpes.

Más dolor que flores y, a pesar de errores propios, puso el pecho y logró objetivos como clasificar al mundial, proponer un equipo que entusiasmo por momentos y manejar un grupo de estrellas estelares como pocos equipos tuvieron.

Se lo podrá criticar y no estar de acuerdo con algunas decisiones. y eso quedó demostrado en su salida del seleccionado, pero también reconocer que se bancó su propia experiencia y por momentos dotó de ilusiones genuinas al sueño mundialista.

Diego también pasó, y es una pena que sea así.

Valdría un "muchas gracias", y también que por primera vez algo cambiara.