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25 de abril de 2024
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Por la suba de precios, se derrumbó el consumo de carne
Se derrumbó a 56,7 kilos por habitante promedio. Se trata del nivel más bajo de los últimos 10 años. Cómo influyó la política de control impuesta por Guillermo Moreno
4 de agosto de 2010
La suba de precios, la menor oferta y la inflación fueron el combo para que el consumo de carne se derrumnbara en la Argentina en el primer semestre de este año, dejando como triste cosnecuencia haber sido el más bajo de la última década.

La baja entre enero y junio de este año fue del 16,7% respecto del mismo período de 2009, según el informe mensual de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra), al que tuvo acceso el diario La Nación.

El consumo promedio entre enero y junio llegó a 56,7 kilos por habitante por año y viene de desplomarse del nivel más alto de la década, debido a que en los primeros seis meses del año pasado se había llegado a 68,1 kg/año.

El motivo principal de la suba fue el 60 por ciento de aumento en los precios al consumidor registrado desde noviembre del año pasado debido a la caída de la oferta de hacienda. Esa es la consecuencia directa de la política de control de precios y exportaciones que impuso el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y de la grave sequía que afectó al campo en 2009, sostiene el trabajo.

Según los datos del informe de Ciccra, esa caída de la oferta se reflejó en el nivel de faena en el primer semestre de este año, que cayó 22,4 por ciento respecto de 2009. Así, se faenaron 6,054 millones de cabezas, 1,7 millones menos que en el primer semestre de 2009. En ese período se registró el nivel de actividad sectorial más alto de los últimos 21 años, señala el trabajo.

En coincidencia con la caída de la oferta y de la faena, en el mismo período se verificó una menor producción de carne, cuya baja alcanzó a 20,3 por ciento. Si se compara con el primer semestre de 2009, entre enero y junio de 2010 se produjeron 332.300 toneladas menos. La menor producción está afectando la estabilidad laboral de unos 6000 trabajadores de la industria de la carne, con suspensiones, anulación de horas extras y cobro de subsidios por parte del Estado. El trabajo advierte que el número de trabajadores en crisis podría llegar a 10.000 si el "Ministerio de Trabajo continúa incumpliendo el compromiso de pagar la garantía horaria a los trabajadores de las empresas en problemas".

Según Ciccra, las ventas externas se redujeron 41,9% en volumen y un 20,9% en valor. De 274.497 toneladas res con hueso que se enviaron al exterior en el primer semestre del año pasado se pasó a 159.366. En divisas, mientras en enero-junio de 2009 se exportó por más de 732,5 millones de dólares, este año las ventas llegaron a US$ 579 millones.

El informe destaca que la caída es similar a la registrada en 2006, cuando el entonces presidente Néstor Kirchner decidió prohibir las exportaciones de carne en respuesta a una suba de los precios al mostrador que ocurrió a fines de 2005 y principios de aquel año. En junio, los ingresos por exportaciones llegaron a los 101,7 millones de dólares y fueron un 27% menores que en junio de 2009.

Si bien formalmente las exportaciones no están cerradas, desde abril pasado el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, impuso la obligatoriedad de solicitar un pre-ROE, por el cual antes de tramitar el Registro de Operaciones de Exportación (ROE) los exportadores deben contar con la autorización del funcionario. Para esto, las empresas deben demostrar que cumplen con un acuerdo para vender cortes de exportación a bajo precio en los supermercados, conocido como las "baratas".

Sin embargo, hace menos de un mes, los frigoríficos, agrupados en el Consorcio ABC, advirtieron que no podían cumplir con el acuerdo por la caída en la producción de carne y el aumento de los precios de la hacienda, que en menos de un año se duplicaron en dólares. También denunciaron que estaba en riesgo la estabilidad laboral de los trabajadores del sector.

El Gobierno estableció un cupo de exportaciones anuales, que no deben superar las 400.000 toneladas.