El mandatario paraguayo, Fernando Lugo, de 59 años, viajará mañana al Hospital Sirio Libanés de San Pablo para someterse a estudios más avanzados, a fin de determinar la gravedad del cáncer linfático detectado en el ganglio inguinal que le fue extirpado el miércoles pasado.

Un segundo ganglio, ubicado en el tórax, no será extraído.

Por su parte, el senador oficialista Alberto Grillón aclaró que el mandatario no abandonará sus funciones pese al cáncer linfático que sufre, porque el tratamiento de quimioterapia "no será muy riguroso".

Grillón, del Partido Democrático Progresista y amigo personal del jefe de Estado, dijo que " la enfermedad está en su etapa inicial, por tanto es tratable y curable", según los médicos.

Los especialistas ordenaron seis sesiones de quimioterapia, una por semana.

Por su parte, el hematólogo Alfredo Boccia indicó que "los linfomas malignos al detectarse generalmente están en el estadio 3 ó 4, no son operables, y se tratan con quimioterapia ".

El ex obispo católico asumió el mando el 15 de agosto de 2008 para un período de cinco años, sin posibilidad de ser reelegido.

El médico Carlos Miguel Lara dijo que las causas del cáncer linfático "son desconocidas aún, pero aparentemente existe una predisposición genética''.

"Mi compromiso es con el presidente y el pueblo paraguayo; el presidente puede estar tranquilo, yo cumpliré", afirmó hoy el vicepresidente Federico Franco, quien no esconde su abierto enfrentamiento con quien fue su compañero de fórmula. En un reportaje que difundió hoy el diario Última Hora, de Asunción, el número 2 de la República del Paraguay ratificó que acompañará a Lugo y lo respaldará "más ahora sabiendo su estado de salud".

Franco, quien fue a Colombia para la asunción presidencial de Juan Manuel Santos, relató que cuando conversó con Lugo al enterarse que padece cáncer, lo sintió "muy bien y muy sólido" en su estado anímico.