Lejos de un ambiente desestabilizador, la requisitoria periodística no le cayó demasiado bien a Bichi Borghi.

Lo consultaron al DT de Boca sin medias acerca del dibujo táctico y de la paciencia de los hinchas.

"¿Cuántos partidos van? Apenas dos. Cuando un entrenador y muchos jugadores llegan a un club, algunas cosas cambian. Esto no me va a hacer cambiar mi forma de ser", respondió Borghi, seco y tajante, en la sala de conferencias de la Bombonera.

"La línea de tres creo que jugó un gran partido y voy a seguir manteniendo el mismo esquema. Es lo mejor para Boca. Seguiré así hasta que me demuestre lo contrario y cuando eso ocurra generalmente lo que cambia es el entrenador", se defendió el Bochi tras el 1-2 con Racing, en la Ribera.

En esta atmósfera de incertidumbre, el regreso de Riquelme se asoma como una solución.

Pero Riquelme, con suerte, recién podría reaparecer en la sexta o séptima fecha, según el más optimista del departamento médico xeneize.

"Román tiene para un tiempo. No puedo asegurar cuando va a volver. No puedo poner la ausencia de Riquelme como excusa. Tengo que encontrar el equipo pronto porque el único objetivo es ganar", dijo el técnico.