Por Roberto Aguirre Blanco

Como principio del fin de una etapa, cuando corría el difícil año de 1975, un 5 de septiembre, el mundo del rock vivió sus primer gran hito, los conciertos de despedida de Sui Generis que llevaron a 30 mil jóvenes en dos funciones al estadio Luna Park.

Sui Generis se despidió hace 35 años con un masivo recital lo que confirmó que el dúo integrado por Charly García y Nito Mestre marcó un hito fundante en la institucionalización del rock en la cultura argentina.

La sorprendente convocatoria que generó el anuncio de la disolución del dúo acabó reuniendo a una multitud y motorizó la edición de un álbum y una película, que retrataron aspectos de esa larga noche en la que se brindaron dos funciones.

En ese momento, la decisión del grupo de separarse en el mejor momento generó mucha sorpresa y tuvo mucho que ver con la decisión de Charly de esgrimirle un matiz mas eléctrico a la banda y dejar atrás la función acústica que mas interesaba a Nito.

El último disco "Instituciones" además había sufrido muchas polémicas con temas censurados ante un clima político que iba poniéndose cada vez más negro en la Argentina.

En ese momento estaba preparando el cuarto disco de la banda que también tenía un perfil mas roquero y generó muchas discusiones entre los integrantes del dúo.

Las canciones sencillas e inoxidables urdidas por el temprano genio de García y expresadas por la personal voz de Mestre consiguieron potenciar un movimiento musical que venía batallando por los márgenes de la escena.

El camino de Sui Generis se inició en 1972 con "Vida", en el que a piano, flauta y voz la pareja produjo obras trascendentales, como "Canción para mi muerte", "Necesito", "Mariel y el Capitán", "Quizás por qué" y "Cuando comenzamos a nacer", todo un repertorio que sumó nuevos y jóvenes adeptos a un género volcado a lo eléctrico.

Ya con el más elaborado "Confesiones de invierno" (1973), que incluyó "Cuando ya me empiece a quedar solo", "Bienvenidos al tren", "Rasguña las piedras", "Aprendizaje", "Mr. Jones" y "Tribulaciones, lamento y ocaso de un tonto rey imaginario, o no", Charly y Nito afianzaron su presencia y ganaron en consideración.

En un recorrido vertiginoso que exhibió la inquietud de quien luego armaría La Máquina de Hacer Pájaros y Seru Girán, hacia 1974 el dúo devino en cuarteto eléctrico con el ingreso de Rinaldo Rafanelli (bajo) y Juan Rodríguez (batería) y sacudió su propia estética para plasmar "Pequeñas anécdotas sobre las instituciones".

El riesgo musical y líricas más duras, testimoniales y oscuras como las de la censurada "Las botas locas", "Las increíbles aventuras del Señor Tijeras", "Para quién canto yo entonces" y "Pequeñas delicias de la vida conyugal" menguaron el suceso y agrietaron el vínculo entre los dos.

De todas formas la amistad entre sus integrantes continuó y el años siguiente, ya en 1976 grabaron un disco junto a León Gieco, Raúl Porchetto y María Rosa Yorio que se llamo "Por SuiGieco" de gran éxito.

De esos conciertos emblemáticos salieron dos discos separados con el recital en vivo y 14 temas cada uno y una película dirigida por Bebe Kamin que se convirtió de culto y se estrenó en los primeros meses de la Dictadura militar.

La decisión de exhibirla prohibidas para menores de 18 años no dejaba de ser ridícula ante la presencia en el fil de los espectadores la mayoría de menos de esa edad.

La película es un documento muy interesante del concierto y además incluye notas y un video clip --novedad para la época-- del tema "Mr Jones" actuado por Charly, Nito y los músicos , algunos de ellos vestidos de mujer.

El concierto tuvo dos funciones y fue muy difícil de controlar desde la seguridad por la gran presencia de jóvenes dentro y fuera del estadio.

El momento más difícil fue la fin del primer show cuando la gente pedía mas bises y los músicos intentaban terminar el concierto para que las multitud que esperaba afuera pudiera ingresar.

En la calle se vivían también situaciones difíciles con carros de asalto y gran presencia de fuerzas de seguridad expectantes ante la posibilidad de reprimir.

A pesar de la separación tanto Charly y Nito se tomaron unos meses para decidir su futuro y mientras Charly armó una banda muy eléctrica donde él era un integrante más, "La máquina de Hacer Pájaros" junto a Carlos Cutaia, Oscar Moro y Gustavo Bazterriza entre otros, Nito formó "Los Desconocidos de siempre" junto a Yorio, y otros músicos.

En 1980 hubo un encuentro fugaz de Charly y Nito en un escenario, pero recién en 2000, 25 años años después de la despedida, volvieron ajuntarse oficialmente con un nuevo disco, una gira y recitales que llevó la dúo a la cancha de Boca.

El espectáculo de despedida se llamó Adiós Sui Generis y fue un suceso impactante que sorprendió a los propios artistas.