La Argentina vuelve a tener déficit fiscal por el mayor gasto - Asteriscos.Tv
Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
19 de abril de 2024
Seguinos en
La Argentina vuelve a tener déficit fiscal por el mayor gasto
El rojo de las cuentas públicas rondará los 7.500 millones de pesos este año. El Gobierno lo maquillará con plata del Banco Central y de la ANSeS. La maniobra
5 de septiembre de 2010
Sin los giros del Banco Central y de la ANSeS ­las dos grandes "cajas" del Gobierno­ este año habrá déficit fiscal.

Y esto sucederá, tanto antes como después del pago de intereses de la deuda, revelan especialistas citados por el diario Clarín.

"Para todo 2010 esperamos que los ingresos `no tributarios’ asciendan a unos $27.500 millones ($20.000 millones por utilidades del Banco Central y $7.500 millones por rentas del FGS-ANSeS) y superen el superávit primario que esperamos para todo el año de $20.000 millones. Esto implica que sin dichos conceptos `no tributarios’ las cuentas fiscales exhibirían en 2010 un déficit primario y fiscal en torno a 0,5% y 2,2% del PBI, respectivamente", de acuerdo al Informe de la consultora EconViews, que dirige el ex secretario de Finanzas, Miguel Kiguel.

El Informe aclara que "las transferencias de utilidades del Banco Central constituyen pura creación monetaria, en el sentido que no implican como contrapartida la adquisición de un activo, algo que sucede, por ejemplo, cuando el Banco Central emite pesos para adquirir divisas en el mercado cambiario. Dado que finalmente se transferirán recursos por un monto similar al superávit primario (unos $20.000 millones), la totalidad del superávit primario del Gobierno en 2010 equivale a pura emisión monetaria, un resultado muy diferente al que tuvo la política fiscal durante el período de superávit primarios y fiscales `genuinos’ entre los años 2003 y 2008.

Este resultado corre el riesgo de convertirse en un peligroso sendero de repetirse durante los próximos años, a la luz de la experiencia pasada de Argentina vinculada a la monetización de sus déficits fiscales".

Algo similar plantea el ex secretario de Hacienda Jorge Sarghini. "El deterioro fiscal se inició hace cinco años, cuando el gasto empezó a crecer por encima de los recursos y del PBI, y entró ahora en su última y más crítica fase. En un principio, se manifestó con la desaparición del superávit financiero necesario para llevar adelante una estrategia de reducción de deuda.

Con un comportamiento prácticamente lineal, se pasó de un superávit de 2,6% del PBI en 2004 a un déficit estimado para 2010 de 2,5%. Se agudizó hace dos años, cuando para pagar los gastos en pesos se comenzaron a utilizar fuentes no genuinas de financiamiento ­recursos previsionales y del Banco Nación­ y más aún cuando desde el inicio de este año, para los pagos en dólares por vencimientos de la deuda, se echó mano a las reservas internacionales".

Sarghini agrega que "a partir de este segundo semestre y acentuando la tendencia negativa observada, se ha decido transferir al Tesoro Nacional utilidades ficticias del Banco Central que nunca fueron realizadas y que, de aquí a fin de año, podrían estar en el orden de los $18.000 millones. Esta transferencia significa, lisa y llanamente, emitir para financiar déficit, y tiene consecuencias inflacionarias directas".

Las cifras a julio marcan que el resultado positivo de los 7 primeros meses de 2010 se alcanzó fundamentalmente por la ANSeS, que obtuvo un superávit de $11.699 millones, apuntalado por $4.778 millones de transferencias del Banco Central y $816 millones de un remanente del aporte de los Derechos Especiales de Giro (DEG) del FMI. En cambio, los números propios del Tesoro, los organismos descentralizados y fondos fiduciarios fueron negativos en $14.422 millones. Además, el Gobierno tomó "prestadas" reservas del Banco Central para el pago de los vencimientos de la deuda.

En relación a estos números desagregados, la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) destaca que "mientras el Tesoro viene incurriendo todos los meses en déficit (acumula $6.459 millones, incluso mayor al déficit del período enero-julio de 2009, de $5.626 millones), las Instituciones de la Seguridad Social concentraron un superávit de $11.699 millones, prácticamente el doble del obtenido en igual período del año anterior".

Estos desequilibrios se alcanzaron a pesar de la mayor actividad económica que está impulsando los ingresos impositivos y la fuerte suba de los precios que contribuye a mejorar el balance fiscal por la doble vía de inflar la recaudación y licuar los gastos. Eso se refleja en que la recaudación excedió en unos $50.000 millones la pauta presupuestaria, una "técnica" que viene usándose hace varios años para asignar los gastos sin pasar por el Congreso.

Maximiliano Castillo Carrillo, de la Consultora ACM, señala que para el resto del año quedarían disponibles otros $19.000 millones para ser transferidos en concepto de utilidades del BCRA y alrededor de $5.000 millones por rentas de ANSeS. Y el Gobierno los utilizaría porque "se espera para los próximos meses una desaceleración en el ritmo de crecimiento de los ingresos, producto de una más elevada base de comparación, al tiempo que también se reduciría estacionalmente el nivel de ingresos recaudado por derechos de exportación y Ganancias, fundamentalmente. Esta brecha de ingresos podría ser cubierta por el saldo de recursos extraordinarios pendientes de ser utilizados, utilidades del BCRA y rentas de la ANSeS, que podrían totalizar alrededor de $24.000 millones para el resto del año".

Con relación al resultado financiero de lo que resta del año, también la ASAP señala que "aunque la recaudación impositiva avance a un crecimiento mayor al de los gastos, resulta razonable prever que el Sector Público Nacional, en especial el Tesoro Nacional, para cubrir el actual volumen de gastos más la incidencia de las nuevas medidas deberá continuar financiándose con las remesas por utilidades del Banco Central y con otras rentas disponibles, como las provenientes de los rendimientos del Fondo de Garantía de Sustentabilidad, de la ANSES".

Así, el régimen previsional ­que paga haberes bajos y acumula una voluminosa litigiosidad­ y el Banco Central ­con el giro de "utilidades" que, en una porción importante, se deben a diferencias de cotización de las reservas y títulos públicos que no fueron efectivamente realizadas­ son las grandes fuentes de financiamiento de los desequilibrios del Tesoro. Y nada indica, sino todo lo contrario, que esta tendencia se modifique en un plazo prudencial.