El derrumbe del boliche Beara en Palermo sorprendió al jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, en pleno vuelo a Roma, durante su gira por capitales europeas, un mes después de la tragedia del gimnasio en Villa Urquiza y cuando su gestión aparece cuestionada por varios frentes.

"Se enteró cuando llegó a Roma. Hemos hablado en varias oportunidades durante la mañana", indicó el jefe de Gabinete de la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta, informó el diario La Nación.

El funcionario afirmó, además, que Macri se entrevistará con el alcalde de la capital italiana, Gianni Alemanno, y que regresará al país el fin de semana.

La gira tenía el objetivo de fortalecer las "relaciones bilaterales de la ciudad de Buenos Aires con las grandes capitales de Europa", según indicó el propio jefe de gobierno desde su cuenta en Twitter . Hasta las 10 de la mañana ese era su último tweet, publicado anoche.

Esta tragedia ocurrió apenas horas después de que vecinos de Villa Urquiza hubieran marchado para reclamar justicia por los tres muertos en el derrumbe de un gimnasio, ocurrido hace un mes y un día.

En esa oportunidad, el gobierno porteño apuntó contra el arquitecto encargado de la obra lindera al edificio desmoronado. Los familiares de las víctimas, en cambio, señalaron la falta de controles y ya piensan en pedir la imputación de Macri como responsable de ese "pequeño Cromagnon", como lo llamó Patricia Izraelewiz, madre de uno de los tres muertos.

Estos dos hechos se suman al escándalo de las escuchas ilegales, que también complicaron su gestión en los últimos meses.