Argentina venció a España y fue quinta en el Mundial de básquet - Asteriscos.Tv
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29 de marzo de 2024
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Argentina venció a España y fue quinta en el Mundial de básquet
El equipo nacional cumplió así una muy buena actuación en el torneo realizado en Turquía. Aunque sufrió mucho sobre el final, se impuso 86-81 apura emoción
12 de septiembre de 2010
La selección argentina de básquet derrotó a España por 86-81, cortó una racha de 16 años sin victorias ante los europeos y se retira del Mundial de Turquía con una sonrisa.

Hubo finalmente festejo de los jugadores ante los cientos de hinchas argentinos que llegaron al estadio Sinan Erdem de Estambul y apoyaron al equipo desde que comenzó el torneo.

Argentina tuvo el control del partido en el inicio y durante un buen rato. Con buenas decisiones de Pablo Prigioni pasando la bola o buscando el aro, con un Carlos Delfino afilado para el canasto (8 puntos en cinco minutos) y mucha participación de Fabricio Oberto, fundamentalmente en ofensiva (4 puntos, tres asistencias y 4 rebotes) se escapó 21-12 a los siete minutos.

Ahí vino el primer volantazo de Scariolo en busca de respuestas en el banco. Sentó a Navarro, Garbajosa y Rubio para ver si con Raúl López, Llull y Reyes conseguía la reacción de partidos anteriores, pero Argentina mantuvo la solidez y cambió de cuarto con ventaja de siete: 23-16 y la pelota.

La conexión Oberto y Scola funcionó con alta efectividad en el primer tiempo y le ganó a cualquier formación de internos que presentó España. Los europeos tenían cerrado el aro para tiros de tres puntos (0/8) y Argentina no le daba segundas opciones en ataque.

Del otro lado, Leo Gutiérrez martilló a distancia (el total del equipo hasta allí era 5/8) y sacó ventaja de 15 (37-22) a 3'41” del descanso. Ese triple de Leo lastimó la red y el juego estuvo parado durante casi diez minutos hasta que la reemplazaron. Los dos equipos se rasparon y cuando necesitaron bajarle la mano a un rival, se notó que la cosa iba en serio. El ingreso de Mata por Jasen no debilitó la estructura y con triples de Delfino y Prigioni, más dos libres de Carlitos, Argentina sacó 20 puntos (49-29) a 1' del final del primer tiempo.

En el balance estadístico del primer tiempo Argentina había sacado una buena ventaja en casi toda la planilla: en efectividad en tiros de tres (7/10 contra 3/14), en libres (75% contra 63%), en asistencias (14-8), en robos (6-1) y también tenía menos pérdidas (5-9). En lo único que los españoles marcaban diferencia era en los tiros de dos puntos (47% contra 36%).

No cambió la tendencia en el comienzo del segundo tiempo. Prigioni encaró al aro desde la derecha y cuando se levantó le dio un pase para atrás y por encima de su cabeza para Delfino, que mantenía su mano incandescente y volvió a castigar de tres para llevar la diferencia a 25 (59-34) a 6`45” del final del tercer cuarto. El público español no aguantó más y le cantó a su técnico: “¡Scariolo, dimisión!”.

Esa reacción del púbico despertó la furia del quinteto español que, liderado por Rudy Fernández (goleador del juego con 31) metió un parcial de 26-2 que hizo tambalear a la Selección y dejó a España a tiro del empate (61-60). En poquito más de medio cuarto se derrumbó lo que tanto había costado conseguir. Es inexplicable la permanencia de Scola y Prigioni en la cancha después de haber conseguido una diferencia tan grande. Ninguno de los dos tuvo oxigeno para hacerse cargo del equipo en el peor momento y el rival sacó provecho de eso. A esa altura, los cantos de los hinchas españoles contra Scariolo se habían transformado en un “Este partido, lo vamos a ganar”.

Para tratar de frenar el vendaval español Hernández ordenó una defensa zonal que le dio aire por un rato y le permitió volver a tomar una ventaja de ocho puntos (75-67) con un triple de Delfino (máximo anotador argentino con 27). Pero España no se rindió, volvió a la carga y tuvo la chance de pasar al frente con dos libres de Gasol cuando Argentina estaba sólo un punto arriba (80-79). El pivote sólo anotó uno y le dio una nueva chance a la Selección. Enseguida vino un doble de Scola, después un enorme triple de Prigioni y el cierre del partido con una victoria que se festejó un rato largo.

"No es una deshonra pelear por lo que queda", se había dicho en este espacio después de la dolorosa derrota ante Lituania en cuartos de final. Y estos jugadores lo entendieron de la misma manera.

Salieron a jugar una final y ganaron un partido como muy pocos equipos podrían hacerlo después de dejar escapar una ventaja de 25 puntos. Una vez más Argentina dejó su sello. Si bien no cumplió el objetivo de meterse entre los cuatro mejores, puso una vez más el corazón en la cancha y se llevó el quinto lugar. Es para irse contentos.