El presidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien dejó de fumar después de 50 años de adicción al tabaco, aconsejó ayer a los brasileños abandonar el cigarro.

"Yo paré de fumar hace casi ocho meses y me estoy sintiendo muy bien, comiendo mejor, respirando mejor, con mucho más aliento para correr y caminar" , dijo Lula en su columna semanal El presidente responde, distribuida entre medios impresos en todo el país.

En el texto, en el que contesta preguntas de los lectores, el mandatario aconsejó "a todos los fumadores a hacer lo mismo", en referencia a su decisión de abandonar el hábito.

Lula, en la recta final de su segundo mandato, dejó de fumar después de que a fines de enero fuera internado en un hospital de la ciudad nororiental de Recife por una crisis de hipertensión provocada por su intensa jornada de trabajo .

En la columna, fue consultado sobre lo que el gobierno está haciendo para evitar las muertes causadas por el consumo de tabaco.

Respondió que Brasil es uno de los principales actores en el combate al tabaquismo en el mundo, con políticas que permitieron reducir el número de fumadores de 33% en 1989 a 17,2% en 2008.

"Entre las medidas adoptadas destaco el aumento de impuestos sobre el producto, la prohibición de publicidad y la inclusión de advertencias explícitas (sobre el daño que causa el tabaco) en las cajetillas ", comentó Lula.