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29 de marzo de 2024
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La inflación alta diluye gran parte de la asignación por hijo
El Gobierno estimaba que el plan reduciría de 55% a 70% el nivel de indigencia. Pero según el INDEC, el índice bajó sólo del 3,5% al 3,1%. La escalada de precios no para
3 de octubre de 2010
En mayo, a través de la ANSeS, el Gobierno aseguró que, por la puesta en marcha de la Asignación por Hijo a fines de 2009, la indigencia y la pobreza se habían reducido entre 55 y 70 por ciento.

Sin embargo, la semana pasada, al dar a conocer la medición de la primera mitad de 2010, el INDEC informó que ambos indicadores se habían reducido, pero sólo entre un 10 y 12 por ciento.

La indigencia, informó, ahora es del 3,1% y la pobreza alcanza al 12 por ciento de la inflación, consigna el diario Clarín.

En tanto, aunque partiendo de niveles mucho más altos, estudios privados y de la oposición estiman que la disminución de la indigencia y la pobreza también fue marginal . Pero lo atribuyen al deterioro de los ingresos de los sectores de menores recursos por el fuerte impacto de la suba de los precios , en especial de los alimentos básicos (como carne y lácteos).

Así, por causas distintas, existe la coincidencia entre el oficialismo, consultoras privadas y la oposición que la Asignación por Hijo no tuvo el efecto esperado . Veamos las cifras.

Según los datos del INDEC, en el primer semestre de 2010, y con más de 3,7 millones de chicos ya percibiendo la nueva asignación, la indigencia pasó del 3,5 a 3,1% y la pobreza del 13,2 al 12%.

Esto significa que de 1.409.000 indigentes en la segunda mitad de 2009 se pasó a 1.253.000, una reducción de apenas 160.000 indigentes. Y la pobreza se redujo de 4.700.000 a 4.256.000 pobres.

Si se hubiese cumplido lo afirmado en mayo en el Informe “El Impacto de la Asignación Universal por Hijo en Argentina”, presentado por el titular de la ANSeS, Diego Bossio, ahora el número de pobres debería rondar los 2 millones, de los cuales 600.000 serían indigentes.

De aquí se infieren varias posibilidades. Por ejemplo, que el INDEC midió mal la pobreza y la indigencia o el Informe oficial de mayo estaba equivocado o ambas cosas a la vez.

En tanto, las mediciones privadas parten de una realidad distinta. Según Rodrigo Alvarez, de Ecolatina, en el primer semestre de 2010 hubo un “shock de ingresos y de inflación”, y la suba de los precios, en especial de los alimentos, anuló parcial o totalmente la mejora de los ingresos de la población con la asignación por hijo y las subas salariales.

Alvarez afirma que la indigencia se redujo del 11% al 10,5% y la caída no fue mayor porque la canasta básica alimentaria se encareció en el semestre 19,1%. En cambio, la pobreza tuvo un aumento del 30,8 al 31,4% porque dicha canasta se encareció en el semestre en $ 311 “cuando en sólo seis meses el encarecimiento de la canasta básica total erosionó la totalidad del beneficio de $ 288 otorgado para un hogar compuesto por dos hijos menores”, Para Claudio Lozano, “los últimos índices del INDEC no tienen ningún asidero.

Los efectos de la asignación por hijo podrían haber sido mayores si su valor no se hubiera visto afectado por la inflación y la inequidad en su aplicación. Antes de la asignación universal, la pobreza era del 33,9% y la indigencia del 14,9%. Ahora los índices son del 33,1% y del 14,3% .

Por su parte, el Informe del Banco Ciudad dice que “más allá de las diferencias de niveles, lo preocupante es que tanto las mediciones oficiales como las privadas coinciden en señalar que la Asignación por Hijo tuvo un impacto marginal en los indicadores sociales”.

Y plantea que “en el caso de las estimaciones del INDEC, la persistente subestimación que venía realizando de la inflación llevó a que la aplicación del subsidio a la niñez no hiciera mella en las cuestionadas estadísticas oficiales. En las estimaciones alternativas, en tanto, el impacto de la Asignación también fue casi nulo, pero en este caso por la “llamarada inflacionaria” del primer trimestre cuando el costo de la canasta básica alimentaria creció 37% en términos interanuales”.