19 de abril de 2024
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El gobernador de Río arrasó y prometió más obras y seguridad
Sergio Cabral obtuvo el 66 por ciento de los votos. Dijo que el Mundial y las Olimpíadas son una oportunidad única y que trabajará por estos megaeventos
3 de octubre de 2010
“Ninguna ciudad del mundo tiene la agenda que tiene Río de Janeiro en los próximos seis años”, dijo el gobernador de la ciudad Sergio Cabral.
Salió así a reconocer su aplastante victoria sobre Fernando Gabeira, el candidato que le siguió muy de lejos a más de 45 puntos de diferencia. Hacía referencia a los Juegos Olímpicos 2016 y al Mundial de fútbol 2014, los mayores desafíos que tiene por delante.
Cabral le agradeció a sus votantes y les prometió a los cariocas más obras y Unidades Pacificadoras de Policía en las favelas. El gobernador, del PMDB, un fuerte aliado del gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva, sabe que tiene que garantizar esas dos áreas de cara a estos dos megaeventos deportivos: infraestructura y seguridad.
La jornada de Cabral había comenzado en un colegio de Copacabana a donde fu a votar acompañado de su esposa y sus hijos y de un invitado especial que lo siguió a sol y a sombra: su colega Daniel Scioli que vino a Río a interiorizarse de los detalles de un programa de salud carioca que va a implementar en su provincia.
"Quiero reafirmar nuestro compromiso con la pacificación de todas las favelas donde todavía hay marginales controlando el territorio. Vamos a hacer un compromiso para avanzar en las políticas públicas y de infraestructura”, había dicho Cabral después de votar como si aún estuviera en campaña.
El gobernador es hábil y sabe qué es lo que los cariocas, que le dieron el 66 por ciento de los votos frente al 22% de Gabeira del Partido Verde, quieren escuchar. La esperanza de prosperidad que traerán el Mundial y las Olimpíadas viene no sólo de la mano de los miles de turistas que visitarán al país sino también de las megaobras que se precisan para estos eventos. Algunas de ellas, ya están en marcha como la millonaria remodelación del mítico estadio de fútbol Maracaná.
La jornada en Río se desarrolló tranquila. Los cariocas salieron desde temprano a votar hasta las 5 de la tarde. Ni la lluvia ni el viento los dejaron en casa. Como hormigas fueron y vinieron por la ciudad. Escuelas, colegios, centros de salud, sucursales de bancos, clubes de barrio y asociaciones de vecinos se transformaron para recibir a los más 11 de millones de electores habilitados para votar. Río de Janeiro es el tercer distrito en importancia después de San Pablo y Minas Gerais.
Sólo hubo algunos incidentes vinculados con crímenes electorales. El Tribunal Regional Electoral (TRE) de la ciudad informó que detuvieron a unas 200 personas por hacer propaganda y por intentar conseguir información a boca de urna, lo que está penado por la ley.
Para evitar estas violaciones, el TRE de Río puso supervisores en cada una de las 97 zonas en las que estuvo dividida la ciudad para estos comicios. Además, la Policía Federal patrulló las entradas de los locales de votación.
Salió así a reconocer su aplastante victoria sobre Fernando Gabeira, el candidato que le siguió muy de lejos a más de 45 puntos de diferencia. Hacía referencia a los Juegos Olímpicos 2016 y al Mundial de fútbol 2014, los mayores desafíos que tiene por delante.
Cabral le agradeció a sus votantes y les prometió a los cariocas más obras y Unidades Pacificadoras de Policía en las favelas. El gobernador, del PMDB, un fuerte aliado del gobierno de Luiz Inácio Lula Da Silva, sabe que tiene que garantizar esas dos áreas de cara a estos dos megaeventos deportivos: infraestructura y seguridad.
La jornada de Cabral había comenzado en un colegio de Copacabana a donde fu a votar acompañado de su esposa y sus hijos y de un invitado especial que lo siguió a sol y a sombra: su colega Daniel Scioli que vino a Río a interiorizarse de los detalles de un programa de salud carioca que va a implementar en su provincia.
"Quiero reafirmar nuestro compromiso con la pacificación de todas las favelas donde todavía hay marginales controlando el territorio. Vamos a hacer un compromiso para avanzar en las políticas públicas y de infraestructura”, había dicho Cabral después de votar como si aún estuviera en campaña.
El gobernador es hábil y sabe qué es lo que los cariocas, que le dieron el 66 por ciento de los votos frente al 22% de Gabeira del Partido Verde, quieren escuchar. La esperanza de prosperidad que traerán el Mundial y las Olimpíadas viene no sólo de la mano de los miles de turistas que visitarán al país sino también de las megaobras que se precisan para estos eventos. Algunas de ellas, ya están en marcha como la millonaria remodelación del mítico estadio de fútbol Maracaná.
La jornada en Río se desarrolló tranquila. Los cariocas salieron desde temprano a votar hasta las 5 de la tarde. Ni la lluvia ni el viento los dejaron en casa. Como hormigas fueron y vinieron por la ciudad. Escuelas, colegios, centros de salud, sucursales de bancos, clubes de barrio y asociaciones de vecinos se transformaron para recibir a los más 11 de millones de electores habilitados para votar. Río de Janeiro es el tercer distrito en importancia después de San Pablo y Minas Gerais.
Sólo hubo algunos incidentes vinculados con crímenes electorales. El Tribunal Regional Electoral (TRE) de la ciudad informó que detuvieron a unas 200 personas por hacer propaganda y por intentar conseguir información a boca de urna, lo que está penado por la ley.
Para evitar estas violaciones, el TRE de Río puso supervisores en cada una de las 97 zonas en las que estuvo dividida la ciudad para estos comicios. Además, la Policía Federal patrulló las entradas de los locales de votación.