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19 de abril de 2024
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La Corte le apunta al Gobierno por los agravios de Bonafini
Los jueces del Tribunal consideran que el Ejecutivo está detrás de los ataques de la dirigente. “Sabemos que no fue Bonafini, fue el Gobierno para presionar”, afirmaron
6 de octubre de 2010
La Corte Suprema apuntó directamente al Gobierno nacional por las acusaciones desatadas por la presidenta de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, quien en estos últimos días apuntó todos sus dardos contra los jueces de la Corte Suprema, la misma Corte que declaró la nulidad de las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final.

Los jueces aseguraron que “entendemos que no fue Hebe la responsable de las agresiones, sino el Gobierno que la puso en ese acto para presionarnos por el fallo sobre la ley de medios”, según Clarín.

Días atrás, la dirigente social los llamó “turros” y acusó directamente al presidente del tribunal, Ricardo Lorenzetti, de “cobrar sobres”. De todas maneras, Bonafini había “rescatado” a dos jueces de la Corte, Eugenio Zaffaroni y Carmen Argibay, a quienes les aconsejó renunciar en repudio a sus colegas.

Según comentaron en el tribunal, esta última declaración parece haber terminado con la paciencia de Zaffaroni, uno de los jueces que este fin de semana había salido a relativizar los dichos de Bonafini.

En este sentido, Zaffaroni habría planteado que estaba a favor de privilegiar la unidad de la Corte, y estuvo de acuerdo con firmar ayer mismo el fallo que rechaza la apelación contra la medida cautelar que suspende el plazo de un año para la desinversión establecida en la ley de medios, según pudo saber Clarín.

El borrador de ese fallo, redactado por Lorenzetti, que rescata también la vigencia de esa ley en el resto de los artículos, estaba circulando por los despachos de la Corte en las últimas semanas.

Tal como informó Clarín hace unas semanas, ya contaba con seis de las siete firmas , mientras Zaffaroni habría solicitado más tiempo para estudiar el planteo.

Lo cierto es que ayer hubo unanimidad en sacar esa resolución, que no es definitiva, pero que descomprime al tribunal de las presiones que vino soportando en las últimas semanas en relación a esa causa.

El punto máximo de esa presión ocurrió hace justamente una semana, cuando en medio de un multitudinario acto montado y financiado por el Gobierno, con la participación de funcionarios y movimientos sociales oficialistas para presionar al tribunal, Bonafini insultó a los miembros de la Corte y llamó a “tomar el Palacio de Tribunales”. Al día siguiente, ratificó y amplió sus dichos y acusó públicamente de corrupción al titular de la Corte.

Las expresiones de la dirigente fueron inmediatamente criticadas por la oposición, por algunos miembros del oficialismo y por organizaciones de derechos humanos, entre ellas el CELS. Pero el Gobierno permaneció en silencio, en una demostración de aval o tolerancia cómplice con los dichos de la dirigente.

“Todos las conocemos a Hebe, si estuvo hablando acá en la Corte, hace un mes”, aseguraron ayer en el Tribunal.

“Pero no sólo nosotros la conocemos –opinó otra fuente del tribunal– también en el Gobierno, que son quienes decidieron subirla al palco. Eso no fue un descuido, fue absolutamente intencional, para potenciar hasta el límite las críticas fuera de lugar que recibimos en los últimos tiempos. Si ahora hasta nos acusan de golpistas”.