El gobierno chileno avanza con las tareas para reforzar el los 96 metros del ducto por el que serán rescatados en los próximos días los 33 mineros atrapados bajo 700 metros de roca sólida desde el 5 de agosto pasado.

Ya se instalaron la mayor parte de los 16 tubos necesarios para la operación. Se calcula que esta mañana la tarea esté finalizada.

"A primera hora de esta mañana, comenzó la instalación del encamisado y esperamos dejar lista la operación a las 9 de la mañana de mañana (por hoy)", dijo ayer, el jefe del operativo, el ingeniero André Sougarret, según el diario La Nación.

La gigantesca grúa Burguer roja movía ayer los tubos de acero fabricados por la argentina Tenaris hasta la boca del pozo horadado por el plan B. Hasta anoche, ya habían sido colocados más de la mitad de los 16 necesarios para el revestimiento de los 96 metros. Para los trabajos se está utilizando la misma máquina Schramm T-130, que consiguió el rompimiento por medio del plan B.

El resto del ducto, que llega hasta los 622 metros, no será encamisado, ya que la firme estructura de la roca viva da plenas garantías de que no habrá desprendimientos que obstruyan las cápsulas Fénix, en las que estarán los mineros.

Los tiempos para iniciar el rescate se mantienen en torno al miércoles, pero hay un cierto margen de adelanto o atraso, reconoció el ministro de Minería, Laurence Golborne, en una conferencia de prensa.

"Si todo saliera muy bien, esa situación se podría dar, y si todo no saliera tan bien, podría ser también el día jueves. Cuando decimos que es en torno al miércoles, significa eso, dependiendo de avances y retrocesos que en estos procesos existen", dijo.

Los mineros siguen haciendo ejercicio, colaboran con las tareas de rescate y se someten a exámenes médicos para prevenir cualquier accidente durante el lapso en que estén siendo transportados en la cápsula, un proceso que se espera tarde unos 15 minutos.

En tanto, el ministro de Salud de Chile, Jaime Mañalich, señaló que al explicarles a los obreros cómo será su rescate y las precauciones que se tomarán, varios de ellos le manifestaron su deseo de ser los últimos en salir del yacimiento.

"Quiero ilustrar a través de esta anécdota que en verdad ellos mantienen un ánimo completamente admirable de solidaridad de compañerismo", dijo el ministro para desmentir versiones periodísticas que indicaban lo contrario.

El primero en usar la cápsula bautizada Fénix -del ancho de los hombros de una persona - será un rescatista minero y luego uno de la Armada, que bajarán en ella para coordinar los movimientos desde el interior de la mina.

La cápsula tiene 4 metros de alto y está dotada de oxígeno, equipos de comunicación y médicos para medir los signos vitales de cada uno de los mineros.

Al momento de ser subidos a la superficie, los mineros serán trasladados a un hospital de campaña para someterse a los primeros controles, protegidos por unos lentes especiales para proteger sus ojos de la luz tras más de dos meses de encierro.

Luego, pasarán a otra zona donde recibirán medicamentos y sólo después se reunirán con un pequeño grupo de familiares.

Finalmente, serán llevados en helicóptero a un hospital de la ciudad más cercana, Copiapó, para estar bajo control médico por al menos dos días más.

Oscar Miranda, inspector de la Policía de Investigaciones (PDI) dijo que los mineros además deberán cumplir con un trámite de identificación que incluye la toma de huellas dactilares para efectos legales, apenas sean rescatados.

"Por supuesto que alguno de ellos podría evaluarse a sí mismo y decir yo estoy tan sano que me quiero ir con mi familia. Pero eso tiene algunos problemas admnistrativos incluso porque ellos están siendo objeto de beneficios laborales por parte de la Asociación Chilena de Seguridad", dijo Mañalich.

"El hecho de que ellos rechacen las indicaciones de alguna manera pone en riesgo toda esta protección legal de la cual ellos gozan. Por ejemplo, todos ellos están con licencia médica, están recibiendo su salario, su subsidio de incapacidad laboral," añadió.