Emocionado y lleno de fe en que el rescate de los 33 mineros atrapados hace 69 días a 700 metros de profundidad sea un éxito, el presidente chileno, Sebastián Piñera, dijo hoy desde la mina San José que espera que esta noche "sea una explosión de alegría y de esperanza".

"Esta historia comenzó como una verdadera tragedia, porque después del accidente del 5 de agosto no sabíamos nada de los 33 mineros. No sabíamos si estaban vivos, pero todos los chilenos nos comprometimos a encontrarlos. Y una vez que los hallamos nos comprometimos a rescatarlos sanos y salvos", expresó Piñera.

"Sabemos que la fe ha movido montañas. La fe de los mineros la de todo un país que sabe de grandes tragedias. Allí es donde surge el verdadero temple de nuestro pueblo con tanto esfuerzo, tanto sacrificio", remarcó el mandatario chileno, sin olvidar la ayuda de Dios que han recibido en este verdadero milagro.

Y agregó: "Los mineros no van a ser los mismos. Y Chile tampoco será lo mismo. Hemos aprendido que con voluntad, con fe, con coraje y con la ayuda de Dios a superar las tragedias. Después del rescate vendrán otros desafíos, como derrotar la pobreza y el subdesarrollo".

El ministro de Minería, Laurence Golborne, destacó en la conferencia de prensa de este mediodía que el operativo comenzará "en el último cuarto del día". Mientras tanto, las horas previas serán aprovechadas por los equipos para concluir la instalación y las pruebas del sistema que se utilizará para izarlos desde el fondo de la mina.

Golborne, destacó que "los resultados han sido muy promisorios, muy positivos" y aseguró que "la cápsula se comporta muy bien dentro del ducto, se adapta al desplazamiento".

Se espera que desde el comienzo del operativo hasta la salida del primer minero pasen dos horas de pruebas.