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25 de abril de 2024
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El minero que hizo celebrar y reír a todo Chile y al mundo
Se llama Mario Sepúlveda y fue el segundo en salir. Su mujer lo esperó al borde de la salida acompañada y abrazada por la primera dama de Chile
13 de octubre de 2010
Se lo escuchaba gritar desde el fondo de la oscuridad. Sus últimos tramos del viaje hacía la vida fueron el momento de explosión para Mario Sepúlveda, el segundo minero rescatado, que llegó a los gritos de "Viva Chile" desde el hueco de la salvación.

Sepúlveda, uno de los mas extrovertidos, comenzó a gritar en los último metros del viaje y al salir no paró de saltar y gritar en un grado de emoción y euforia que no se vio en el primer minero.

Se abrazó con los técnicos y compañeros, casi ignoró al presidente Piñera, a quien abrazó por un instante, pero enseguida buscó a su esposa que también lo esperó junto a la primera dama de Chile que la abrazaba.

"Traje piedras de recuerdos", dijo Sepúlveda mientras mostraba una bolsita llena de recuerdos de la mina donde estuvo atrapado mas de dos meses.

Varias de esos recuerdos se los entregó al mismísimo presidente de la Nación.

El grito y salto ante sus compañeros también fue un gesto de expresión de libertad y a la vida y ahí nuevamente entonó el clásico grito de guerra del país trasandino: "Chi, Chi, Chile, le, le".

En un momento se le cayó su casco y lo tomó al minuto mientras decía "que nadie lo toque es para mi hijo".

Luego fue llevado casi a la "fuerza" al hospital, y mientras era subido a, al camilla tuvo una nueva humorada: "Por qué no me bañan primero... ¡Me quiero bañar!".

Locuaz, entretenido y desenvuelto son las palabras que servirían para definir a Mario Sepúlveda, el segundo de los mineros rescatados esta noche.

Se trata del mismo personaje que se había encargado de dirigir los videos que mostraron, durante su permanencia bajo tierra, el estilo de vida de los 33 trabajadores atrapados a más de 600 metros de profundidad.

Considerado uno de los hombres "hábiles" que debían salir en el primer grupo de mineros, Sepúlveda, apenas rescatado, hizo chistes y abrazó a los rescatistas con la soltura que había demostrado en los videos.

Con sus gritos de ánimo, abrazos emocionados y risa fácil, el minero hizo distender a quienes esperaron fuera del ducto la salida de la cápsula con los mineros que vivieron 69 días atrapados.

La agencia ANSA consigna que, durante su encierro, Sepúlveda se encargó de mantener el ánimo alto en el interior de la mina, con un sentido del humor que lo ha caracterizado en sus 40 años de vida.

Casado hace 19 y con dos hijos, su familia lo distingue como un líder nato, lo que demostró al tomar el control de una cámara de TV y motivar a sus compañeros a mostrarse para tranquilizar a sus familias en el primer video que se conoció de los cautivos.

"Es muy divertido, muy alegre. Los almuerzos de los sábados y domingos cuando él está lo pasamos muy bien, nos reímos, empieza a inventar cada cosa que yo no sé de dónde las saca", había contado su esposa, Elvira Valdivia.

Con dos años y ocho meses de experiencia en la mina San José, Sepúlveda tomó la palabra y su experiencia como líder sindical para denunciar las condiciones del yacimiento y valorizar la labor de los mineros.

"La familia minera, amigos míos, no es aquella familia que conocieron hace 100 ó 150 años. Hoy día el minero es educado, es un minero con el que se puede hablar, es un minero que puede sacar pecho y se puede sentar en cualquier mesa de Chile", dijo en el primer video emitido a la superficie.